Queridos hermanos y hermanas, el tema de perder la salvación ha sido objeto de profunda reflexión y discusión entre los creyentes. Es un asunto que toca el corazón de nuestra fe y nuestra relación con Dios. La Biblia proporciona orientación y comprensión sobre este importante tema, y estoy aquí para compartir algunos pensamientos con ustedes.
En primer lugar, nuestra salvación es un regalo precioso de Dios, dado a través de Su gracia y nuestra fe en Jesucristo. Es importante entender que Dios desea que seamos salvos y permanezcamos en Su amor. Encontramos seguridad en la promesa de que nada puede separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús. Sin embargo, la Biblia también nos advierte que permanezcamos vigilantes en nuestra fe.
Hay pasajes que hablan de la posibilidad de caer de la gracia. Por ejemplo, hay advertencias sobre los peligros de apartarse de la verdad o permitir que nuestros corazones se endurezcan por el pecado. Estas escrituras nos animan a mantenernos firmes en nuestra fe, a perseverar, y a continuar en el camino de la justicia.
Consideremos la parábola del sembrador, donde algunas semillas cayeron en terreno pedregoso o entre espinos. Estas semillas representan a aquellos que oyen la palabra pero no perduran. Esta parábola nos recuerda nutrir nuestra fe y mantenerla fuerte, para que pueda dar fruto.
Nuestro caminar con Dios es un compromiso diario. Estamos llamados a examinarnos a nosotros mismos, a arrepentirnos cuando sea necesario y a buscar a Dios con todo nuestro corazón. Es una relación que requiere nuestra participación activa y dedicación.
Queridos amigos, es importante animarnos mutuamente y apoyarnos en nuestro caminar de fe. Oremos por fortaleza y guía, confiando en las promesas de Dios y Su fidelidad. Si encuentras útil este mensaje, te invito a compartirlo con otros que puedan beneficiarse de estas reflexiones.
Queridos amigos, ahora veamos los pasajes bíblicos a continuación que hablan sobre perder la salvación.
“Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados gustaron del don celestial, fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, asimismo gustaron de la buena palabra de Dios los poderes del siglo venidero, recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios exponiéndole a vituperio”
— Hebreos 6:4-6
“Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo”
— Hebreos 10:26-31
“Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, la puerca lavada a revolcarse en el cieno”
— 2 Pedro 2:20-22
“De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído”
— Gálatas 5:4
“El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, se secará; los recogen, los echan en el fuego, arden”
— Juan 15:6
“Sino que golpeo mi cuerpo, lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado”
— 1 Corintios 9:27
“Mira, pues, la bondad la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado”
— Romanos 11:22
“Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo”
— Mateo 24:13
“Si sufrimos, también reinaremos con élSi le negáremos, él también nos negará”
— 2 Timoteo 2:12
“El que venciere será vestido de vestiduras blancas; no borraré su nombre del libro de la vida, confesaré su nombre delante de mi Padre, delante de sus ángeles”
— Apocalipsis 3:5
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, en tu nombre echamos fuera demonios, en tu nombre hicimos muchos milagros? entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”
— Mateo 7:21-23
“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores a doctrinas de demonios”
— 1 Timoteo 4:1
“Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, cubrirá multitud de pecados”
— Santiago 5:19-20
“Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero estos no tienen raíces; creen por algún tiempo, en el tiempo de la prueba se apartan”
— Lucas 8:13
“Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros”
— 1 Juan 2:19
“En su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos sin mancha irreprensibles delante de él; si en verdad permanecéis fundados firmes en la fe, sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro”
— Colosenses 1:22-23
“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor temblor”
— Filipenses 2:12
“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?”
— 2 Corintios 13:5
“Seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, este será salvo”
— Mateo 10:22
“Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, ya no andaban con él”
— Juan 6:66
“Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”
— Romanos 8:13
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”
— Gálatas 6:7-9
“Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron. a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día”
— Judas 1:5-6
“Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”
— 2 Pedro 1:10
“Recuerda, por tanto, de dónde has caído, arrepiéntete, haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido”
— Apocalipsis 2:5
“Nadie os engañen ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”
— 2 Tesalonicenses 2:3
“Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo de Dios. Nadie os engañcon palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia”
— Efesios 5:5-6
“Porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, Tito a Dalmacia”
— 2 Timoteo 4:10
“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”
— 1 Corintios 10:12
“Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”
— Lucas 9:62
“Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo”
— Hebreos 3:12
“Seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, este será salvo”
— Marcos 13:13
“Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza”
— 2 Pedro 3:17
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios”
— 1 Corintios 6:9-10
“Porque al que tiene, le será dado, tendrá más; al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro el crujir de dientes”
— Mateo 25:29-30
“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; conoceréis la verdad, la verdad os hará libres”
— Juan 8:31-32
“¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”
— Romanos 6:16
“Yo les doy vida eterna; no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”
— Juan 10:28-29
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”
— Juan 3:36
“No contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”
— Efesios 4:30
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”
— Filipenses 1:6
“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, para que creáis en el nombre del Hijo de Dios”
— 1 Juan 5:13
“¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme”
— Romanos 14:4
“El cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor”
— 1 Corintios 1:8-9
“Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día”
— 2 Timoteo 1:12