Queridos hermanos y hermanas, cuando hablamos sobre el matrimonio y el divorcio, buscamos en la Biblia orientación y sabiduría. El matrimonio es un vínculo sagrado, una unión divina creada por Dios. Al principio, Dios hizo al hombre y a la mujer, y bendijo su unión. Este vínculo sagrado se construye sobre el amor, la confianza, el respeto y el compromiso. En el matrimonio, dos se convierten en uno, y esta unidad está destinada a ser un viaje de por vida.
Sin embargo, también reconocemos que la vida puede ser desafiante, y a veces los matrimonios enfrentan dificultades. La Biblia reconoce estas luchas y ofrece orientación para aquellos que podrían estar considerando el divorcio. Es importante entender que el plan original de Dios era que el matrimonio fuera inquebrantable, un reflejo de Su amor por nosotros. Pero también entiende nuestra fragilidad humana. En ciertas situaciones, como la infidelidad, la Biblia permite el divorcio. Sin embargo, siempre es con un corazón pesado que se toman tales pasos, ya que el objetivo debería ser la reconciliación y el perdón siempre que sea posible.
Querido amigo, recordemos las enseñanzas de Jesús, quien enfatizó la santidad del matrimonio. Él enseñó que lo que Dios ha unido, nadie debe separar. Esto resalta la importancia de valorar y nutrir nuestros matrimonios. Es un llamado a amar profundamente, perdonar fácilmente y apoyarse mutuamente con gracia y paciencia.
Para aquellos que puedan estar luchando en su matrimonio, ánimo. Busquen orientación en la oración, apóyense en su comunidad de fe y esfuércense por la sanación y la restauración. Que el amor sea su principio guía, ya que el amor cubre multitud de pecados. Y para aquellos que han experimentado el dolor del divorcio, sepan que el amor de Dios por ustedes sigue siendo inquebrantable. Él está cerca de los quebrantados de corazón y ofrece Su consuelo y paz.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre el matrimonio y el divorcio.
“Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”
— Mateo 19:6
“Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”
— Marcos 10:9
“Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; el que se casa con la repudiada, comete adulterio”
— Mateo 5:32
“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido”
— 1 Corintios 7:10
“Si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; que el marido no abandone a su mujer”
— 1 Corintios 7:11
“A los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, ella consiente en vivir con él, no la abandone”
— 1 Corintios 7:12
“Si una mujer tiene marido que no sea creyente, él consiente en vivir con ella, no lo abandone”
— 1 Corintios 7:13
“Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos”
— 1 Corintios 7:14
“Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios”
— 1 Corintios 7:15
“Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?”
— 1 Corintios 7:16
“Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne”
— Efesios 5:31
“Por tanto, dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, serán una sola carne”
— Génesis 2:24
“Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales”
— Malaquías 2:16
“Les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer se casa con otra, comete adulterio contra ella”
— Marcos 10:11
“Si la mujer repudia a su marido se casa con otro, comete adulterio”
— Marcos 10:12
“Todo el que repudia a su mujer, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada del marido, adultera”
— Lucas 16:18
“Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido”
— Romanos 7:2
“Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”
— Romanos 7:3
“Yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada, adultera”
— Mateo 19:9
“Cuando alguno tomare mujer se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, se la entregará en su mano, la despedirá de su casa”
— Deuteronomio 24:1
“Salida de su casa, podrá ir casarse con otro hombre”
— Deuteronomio 24:2
“Pero si la aborreciere este último, le escribiere carta de divorcio, se la entregare en su mano, la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer”
— Deuteronomio 24:3
“No podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová, no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad”
— Deuteronomio 24:4
“La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor”
— 1 Corintios 7:39
“¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte”
— 1 Corintios 7:27
“Mas también si te casas, no pecas; si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, yo os la quisiera evitar”
— 1 Corintios 7:28
“Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen”
— 1 Corintios 7:29
“Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?”
— Mateo 19:3
“Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón hembra los hizo”
— Mateo 19:4
“Dijo: Por esto el hombre dejará padre madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne?”
— Mateo 19:5
“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas”
— 1 Pedro 3:1
“Considerando vuestra conducta casta respetuosa”
— 1 Pedro 3:2
“Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos”
— 1 Pedro 3:3
“Sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable apacible, que es de grande estima delante de Dios”
— 1 Pedro 3:4
“Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos”
— 1 Pedro 3:5
“Como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza”
— 1 Pedro 3:6
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”
— 1 Pedro 3:7
“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor”
— Efesios 5:22
“Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, él es su Salvador”
— Efesios 5:23
“Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo”
— Efesios 5:24
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, se entregó a sí mismo por ella”
— Efesios 5:25
“Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra”
— Efesios 5:26
“A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa sin mancha”
— Efesios 5:27
“Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama”
— Efesios 5:28
“Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta la cuida, como también Cristo a la iglesia”
— Efesios 5:29
“Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne de sus huesos”
— Efesios 5:30
“Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo de la iglesia”
— Efesios 5:32
“Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; la mujer respete a su marido”
— Efesios 5:33
“Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor”
— Colosenses 3:18
“Maridos, amad a vuestras mujeres, no seáis ásperos con ellas”
— Colosenses 3:19
“El que halla esposa halla el bienY alcanza la benevolencia de Jehová”
— Proverbios 18:22
“La casa las riquezas son herencia de los padresMas de Jehová la mujer prudente”
— Proverbios 19:14
“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”
— Proverbios 31:10
“El corazón de su marido está en ella confiadoY no carecerá de ganancias”
— Proverbios 31:11
“Le da ella bien no malTodos los días de su vida”
— Proverbios 31:12
“Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así”
— Mateo 19:8
“Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, cada una tenga su propio marido”
— 1 Corintios 7:2
“El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, asimismo la mujer con el marido”
— 1 Corintios 7:3
“La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer”
— 1 Corintios 7:4
“No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia”
— 1 Corintios 7:5
“Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento”
— 1 Corintios 7:6
“Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, otro de otro”
— 1 Corintios 7:7
“Digo, pues, a los solteros a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo”
— 1 Corintios 7:8
“Pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando”
— 1 Corintios 7:9