Queridos hermanos y hermanas, la invitación a venir a Jesús es un hermoso llamado que resuena a lo largo de las páginas de la Biblia. Es un llamado a dejar atrás las cargas de este mundo y encontrar descanso en los brazos amorosos de nuestro Salvador. Jesús mismo extiende esta invitación a todos los que están cansados y agobiados, prometiendo descanso para nuestras almas. Cuando venimos a Él, encontramos una paz que sobrepasa todo entendimiento y una alegría que el mundo no puede dar.
El camino hacia Jesús no se trata de traer nuestra propia fuerza o justicia. Se trata de reconocer nuestra necesidad de Él, aceptando que estamos incompletos sin Su gracia. Se nos recuerda que Jesús es el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por Él. Esta verdad nos invita a confiar plenamente en Él, sabiendo que Él ya ha allanado el camino para nuestra redención a través de Su sacrificio en la cruz.
Considera la historia del hijo pródigo, quien, después de malgastar su herencia, decidió regresar a su padre. Cuando aún estaba lejos, su padre lo vio y se llenó de compasión. Corrió hacia su hijo, lo abrazó y le dio la bienvenida a casa con los brazos abiertos. Esta parábola refleja el corazón de nuestro Padre Celestial, quien espera con ansias nuestro regreso a Él.
Venir a Jesús no es simplemente un evento único, sino una elección diaria. Es un compromiso de seguirlo con todo nuestro corazón, alma y mente. A medida que nos acercamos a Él, Él se acerca a nosotros, transformando nuestras vidas y renovando nuestro espíritu. Se nos anima a dejar nuestras cargas a Sus pies, confiando en que Él cuida de nosotros y proveerá para todas nuestras necesidades.
Querido amigo, si te sientes perdido o agobiado, sabe que Jesús te está llamando a venir a Él. Él ofrece esperanza, sanidad y vida eterna. Acepta Su invitación y encontrarás el descanso que anhela tu alma. Promete compartir este mensaje si toca tu corazón, porque es un mensaje de esperanza que el mundo necesita desesperadamente.
Queridos amigos, ahora veamos a continuación las escrituras de la Biblia que hablan sobre venir a Jesús.
“Venid a mí todos los que estáis trabajados cargados, yo os haré descansar”
— Mateo 11:28
“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; el que en mí cree, no tendrá sed jamás”
— Juan 6:35
“En el último gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí beba”
— Juan 7:37
“Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”
— Mateo 19:14
“Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios”
— Lucas 18:16
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad, la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
— Juan 14:6
“Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas”
— Juan 12:46
“Les dijo: Venid en pos de mí, os haré pescadores de hombres”
— Mateo 4:19
“Permaneced en mí, yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí”
— Juan 15:4
“Llevad mi yugo sobre vosotros, aprended de mí, que soy manso humilde de corazón; hallaréis descanso para vuestras almas”
— Mateo 11:29
“Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; al que a mí viene, no le echo fuera”
— Juan 6:37
“El Espíritu la Esposa dicen: Ven. el que oye, diga: Ven. el que tiene sed, venga; el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”
— Apocalipsis 22:17
“Os digo que vendrán muchos del oriente del occidente, se sentarán con Abraham Isaac Jacob en el reino de los cielos”
— Mateo 8:11
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; entrará, saldrá, hallará pastos”
— Juan 10:9
“No queréis venir a mí para que tengáis vida”
— Juan 5:40
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”
— Juan 1:12
“Porque mi yugo es fácil, ligera mi carga”
— Mateo 11:30
“Viéndolo Jesús, se indignó, les dijo: Dejad a los niños venir a mí, no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios”
— Marcos 10:14
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; yo le resucitaré en el día postrero”
— Juan 6:44
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”
— Juan 8:12
“Id, pues, aprended lo que significa: Misericordia quiero, no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”
— Mateo 9:13
“No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”
— Lucas 5:32
“Mis ovejas oyen mi voz, yo las conozco, me siguen”
— Juan 10:27
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”
— Juan 11:25
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”
— Juan 14:1
“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”
— Juan 7:38
“Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo hacen nidos en sus ramas”
— Mateo 13:31-32
“Decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, sígame”
— Lucas 9:23
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”
— Juan 15:5
“El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”
— Juan 3:18
“El ladrón no viene sino para hurtar matar destruir; yo he venido para que tengan vida, para que la tengan en abundancia”
— Juan 10:10
“Respondió Jesús le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; mi Padre le amará, vendremos a él, haremos morada con él”
— Juan 14:23
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, sígame”
— Mateo 16:24
“Si alguno me sirve, sígame; donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará”
— Juan 12:26
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, os he puesto para que vayáis llevéis fruto, vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé”
— Juan 15:16
“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”
— Juan 8:31
“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu son vida”
— Juan 6:63
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”
— Juan 14:27
“Mas buscad primeramente el reino de Dios su justicia, todas estas cosas os serán añadidas”
— Mateo 6:33
“Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer”
— Juan 15:15
“Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”
— Lucas 14:33
“Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, permanezco en su amor”
— Juan 15:10
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros”
— Juan 13:34
“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”
— Juan 8:36
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder”
— Mateo 5:14
“El que tiene mis mandamientos, los guarda, ese es el que me ama; el que me ama, será amado por mi Padre, yo le amaré, me manifestaré a él”
— Juan 14:21
“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado”
— Juan 15:12
“El que tiene oídos para oír, oiga”
— Mateo 11:15
“Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido”
— Juan 16:24
“Pedid, se os dará; buscad, hallaréis; llamad, se os abrirá”
— Mateo 7:7
“Yo les doy vida eterna; no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”
— Juan 10:28
“Si permanecéis en mí, mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, os será hecho”
— Juan 15:7
“Todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”
— Mateo 21:22
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”
— Juan 16:33