Queridos hermanos y hermanas, ayudar a los misioneros es un llamado noble que resuena profundamente con las enseñanzas de la Biblia. A lo largo de las Escrituras, vemos la importancia de apoyar a aquellos que difunden la Palabra de Dios. Nuestros amados misioneros dedican sus vidas a compartir las buenas nuevas y llevar esperanza a quienes aún no las han escuchado. Como seguidores de Cristo, estamos llamados a asistirlos en su misión.
El apóstol Pablo es un brillante ejemplo de un misionero que fue apoyado por sus compañeros creyentes. Durante sus viajes, Pablo recibió asistencia de las iglesias que él había plantado. Estos primeros cristianos entendieron la importancia de proveer para sus necesidades para que pudiera concentrarse en predicar el evangelio. Su apoyo no solo fue financiero sino también espiritual, ya que oraban fervientemente por su protección y éxito.
Queridos amigos, cuando ayudamos a los misioneros, estamos participando en la Gran Comisión. Jesús instruyó a Sus seguidores a ir y hacer discípulos de todas las naciones, y al apoyar a los misioneros, estamos cumpliendo este mandato divino. Nuestras contribuciones, ya sea a través de la oración, el apoyo financiero o el estímulo, juegan un papel crucial en la difusión del evangelio.
Consideren la historia de la iglesia primitiva en Hechos, donde los creyentes compartían todo lo que tenían para satisfacer las necesidades de los demás. Este espíritu de generosidad y unidad es algo que podemos emular hoy. Cuando damos a los misioneros, estamos invirtiendo en el Reino de Dios y ayudando a llevar luz a lugares de oscuridad.
Recordemos también las palabras de Jesús, quien nos enseñó el valor de dar. Él alabó a la viuda que dio de su pobreza, recordándonos que no es el tamaño del regalo, sino el corazón detrás de él lo que importa. Al apoyar a los misioneros, hagámoslo con un corazón alegre y dispuesto.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre ayudar a los misioneros.
“Pues aun a Tesalónica me enviasteis una otra vez para mis necesidades”
— Filipenses 4:16
“Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje. Porque ellos salieron por amor del nombre de él, sin aceptar nada de los gentiles. Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad”
— 3 Juan 1:5-8
“Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿cómo oirán sin haber quien les predique? ¿cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas”
— Romanos 10:13-15
“Por tanto, id, haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”
— Mateo 28:19-20
“Ministrando estos al Señor, ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado orado, les impusieron las manos los despidieron”
— Hechos 13:2-3
“Cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al pasar, ser encaminado allá por vosotros, una vez que haya gozado con vosotros”
— Romanos 15:24
“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”
— 2 Corintios 9:7
“Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio”
— 1 Corintios 9:14
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, hasta lo último de la tierra”
— Hechos 1:8
“Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, aun más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos”
— 2 Corintios 8:3-4
“El que a vosotros recibe, a mí me recibe; el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa”
— Mateo 10:40-42
“Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; : Digno es el obrero de su salario”
— 1 Timoteo 5:18
“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, mayormente a los de la familia de la fe”
— Gálatas 6:9-10
“De hacer bien de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”
— Hebreos 13:16
“El alma generosa será prosperadaY el que saciare, él también será saciado”
— Proverbios 11:25
“Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio”
— 2 Timoteo 4:5
“Ellos, pues, habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia Samaria, contando la conversión de los gentiles; causaban gran gozo a todos los hermanos”
— Hechos 15:3
“Hermanos, orad por nosotros”
— 1 Tesalonicenses 5:25
“Orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso”
— Colosenses 4:3
“Porque nosotros somos colaboradores de Dios, vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios”
— 1 Corintios 3:9
“Como era del mismo oficio, se quedó con ellos, trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas”
— Hechos 18:3
“Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío”
— Juan 20:21
“Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad lugar adonde él había de ir. les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíobreros a su mies”
— Lucas 10:1-2
“Les dijo: Id por todo el mundo predicad el evangelio a toda criatura”
— Marcos 16:15
“Compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad”
— Romanos 12:13
“El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye”
— Gálatas 6:6
“Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano colaborador compañero de milicia, vuestro mensajero, ministrador de mis necesidades”
— Filipenses 2:25
“A Zenas intérprete de la ley, a Apolos, encamínales con solicitud, de modo que nada les falte”
— Tito 3:13
“El que da semilla al que siembra, pan al que come, proveerá multiplicará vuestra sementera, aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios”
— 2 Corintios 9:10-11
“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios”
— 1 Pedro 4:10
“Si un hermano o una hermana están desnudos, tienen necesidad del mantenimiento de cada día, alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?”
— Santiago 2:15-16
“Podrá ser que me quede con vosotros, o aun pase el invierno, para que vosotros me encaminéis a donde haya de ir”
— 1 Corintios 16:6
“Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios”
— Romanos 15:7
“Por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio”
— Efesios 6:19
“En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”
— Hechos 20:35
“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos sirviéndoles aún”
— Hebreos 6:10
“Si llega Timoteo, mirad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor así como yo. Por tanto, nadie le tenga en poco, sino encaminadle en paz, para que venga a mí, porque le espero con los hermanos”
— 1 Corintios 16:10-11
“Yo con el mayor placer gastaré lo mío, aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos”
— 2 Corintios 12:15
“Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíobreros a su mies”
— Mateo 9:37-38
“Pero el que tiene bienes de este mundo ve a su hermano tener necesidad, cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho en verdad”
— 1 Juan 3:17-18
“Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados; esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros a mí”
— Romanos 1:11-12
“Por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora”
— Filipenses 1:5
“Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad”
— 2 Corintios 8:1-2
“Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría inteligencia espiritual”
— Colosenses 1:9
“Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra sea glorificada, así como lo fue entre vosotros”
— 2 Tesalonicenses 3:1
“Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios, para que sea librado de los rebeldes que están en Judea, que la ofrenda de mi servicio a los santos en Jerusalén sea acepta”
— Romanos 15:30-31
“Habiendo llegado, reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles”
— Hechos 14:27
“Esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él”
— 1 Corintios 9:23
“Cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos”
— 2 Corintios 1:11
“Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios”
— 2 Timoteo 1:8
“Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo”
— 2 Juan 1:8
“Se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole diciendo: Pasa a Macedonia ayúdanos. Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio”
— Hechos 16:9-10
“Saludad a Priscila a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron su vida por mí; a los cuales no solo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles”
— Romanos 16:3-4
“Del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder”
— Efesios 3:7
“Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya, que ellos se han dedicado al servicio de los santos. Os ruego que os sujetéis a personas como ellos, a todos los que ayudan trabajan”
— 1 Corintios 16:15-16
“Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio”
— Hechos 8:4
“Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no solo en Macedonia Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada”
— 1 Tesalonicenses 1:8
“El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de reyes, de los hijos de Israel”
— Hechos 9:15
“Reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, ellos a la circuncisión”
— Gálatas 2:9
“Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio”
— 1 Timoteo 1:12
“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”
— 2 Corintios 5:20