Queridos hermanos y hermanas, cuando hablamos de juzgar a los compañeros cristianos, es esencial abordar este tema con un corazón lleno de amor y humildad. La Biblia nos proporciona orientación sobre cómo debemos tratar a los demás, especialmente dentro del cuerpo de Cristo. Nos enseña a ser cautelosos en nuestros juicios y a asegurarnos de que estamos actuando con amor y verdad.
Un aspecto clave de juzgar es entender la diferencia entre discernimiento y condena. El discernimiento se trata de ser sabios y tomar decisiones que se alineen con la voluntad de Dios, mientras que la condena se refiere a emitir juicios severos que pueden dañar a otros. Jesús nos enseñó a quitar la viga de nuestro propio ojo antes de señalar la paja en el ojo de nuestro hermano. Esto significa que primero debemos examinar nuestras propias vidas y buscar perdón y gracia.
Además, la Biblia nos anima a mantenernos responsables unos a otros con amor. Si un hermano o hermana está luchando, debemos guiarlos suavemente de regreso al camino correcto. Esto no se trata de señalar con el dedo, sino de ayudarlos a crecer en su fe. Se nos recuerda ser pacientes y amables, siempre buscando restaurar en lugar de condenar.
La historia de la mujer sorprendida en adulterio es un ejemplo poderoso de cómo Jesús manejó el juicio. Cuando otros querían apedrearla, Él respondió con gracia y compasión, desafiando a aquellos sin pecado a lanzar la primera piedra. No la condenó, sino que la animó a abandonar su vida de pecado.
Querido amigo, es crucial recordar que el juicio pertenece en última instancia a Dios. Nuestro papel es animarnos, apoyarnos y amarnos mutuamente, reflejando la gracia que hemos recibido. Esforcémonos por edificarnos unos a otros, buscando unidad y paz dentro de la iglesia.
Si este mensaje resuena contigo, te invito a compartirlo con otros, difundiendo amor y comprensión. Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre juzgar a los compañeros cristianos.
“No juzguéis, para que no seáis juzgados”
— Mateo 7:1
“Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo”
— Romanos 14:10
“Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano juzga a su hermano, murmura de la ley juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez”
— Santiago 4:11
“Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, con la medida con que medís, os será medido”
— Mateo 7:2
“Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano”
— Romanos 14:13
“No juzguéis, no seréis juzgados; no condenéis, no seréis condenados; perdonad, seréis perdonados”
— Lucas 6:37
“Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, manifestará las intenciones de los corazones; entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios”
— 1 Corintios 4:5
“No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio”
— Juan 7:24
“Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo”
— Romanos 2:1
“Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?”
— Santiago 4:12
“Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro?”
— 1 Corintios 5:12
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”
— Gálatas 6:1
“Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve repréndele estando tú él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano”
— Mateo 18:15
“¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?”
— 1 Corintios 6:2
“¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, no delante de los santos?”
— 1 Corintios 6:1
“¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme”
— Romanos 14:4
“Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados”
— 1 Corintios 11:31
“Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, entonces tendrá motivo de gloriarse solo respecto de sí mismo, no en otro”
— Gálatas 6:4
“Soportándoos unos a otros, perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”
— Colosenses 3:13
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”
— Efesios 4:32
“También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos”
— 1 Tesalonicenses 5:14
“Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor a las buenas obras”
— Hebreos 10:24
“Abre tu boca, juzga con justiciaY defiende la causa del pobre del menesteroso”
— Proverbios 31:9
“Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres”
— Tito 3:2
“Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho”
— 1 Corintios 5:3
“¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”
— Mateo 7:5
“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”
— Romanos 12:3
“La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro?”
— 1 Corintios 10:29
“Todo camino del hombre es recto en su propia opiniónPero Jehová pesa los corazones”
— Proverbios 21:2
“Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; si no oyere a la iglesia, tenle por gentil publicano”
— Mateo 18:17
“Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; si se arrepintiere, perdónale”
— Lucas 17:3
“En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie”
— 1 Corintios 2:15
“Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”
— Efesios 4:15
“Como insistieran en preguntarle, se enderezó les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”
— Juan 8:7
“Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”
— 1 Pedro 4:8
“Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones”
— Romanos 14:1
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”
— Mateo 5:7
“Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta”
— Santiago 5:9
“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”
— Filipenses 2:3
“Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido”
— 2 Timoteo 2:24
“Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión”
— Romanos 12:16
“Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; ni aun yo me juzgo a mí mismo”
— 1 Corintios 4:3
“Así que, sigamos lo que contribuye a la paz a la mutua edificación”
— Romanos 14:19
“Así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza”
— 2 Corintios 2:7
“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia”
— Colosenses 3:12
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel justo para perdonar nuestros pecados, limpiarnos de toda maldad”
— 1 Juan 1:9
“Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios”
— Romanos 15:7
“Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano”
— 1 Corintios 8:13
“El tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús”
— 1 Corintios 5:5
“Que procuréis tener tranquilidad, ocuparos en vuestros negocios, trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado”
— 1 Tesalonicenses 4:11
“Pues si vivimos, para el Señor vivimos; si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos”
— Romanos 14:8
“Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”
— Mateo 5:9
“Asimismo, los profetas hablen dos o tres, los demás juzguen”
— 1 Corintios 14:29
“Seguid la paz con todos, la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”
— Hebreos 12:14
“Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, no agradarnos a nosotros mismos”
— Romanos 15:1
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”
— Efesios 4:29
“No se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad”
— 1 Corintios 13:6
“Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número”
— 1 Corintios 9:19
“¿por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?”
— Mateo 7:3
“Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey”
— 1 Pedro 2:17
“Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía”
— Santiago 3:17
“Someteos unos a otros en el temor de Dios”
— Efesios 5:21
“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad”
— Tito 2:7
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe pureza”
— 1 Timoteo 4:12
“Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió”
— Romanos 14:15
“Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles”
— 1 Corintios 8:9
“No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios”
— 1 Corintios 10:32
“Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
— Gálatas 5:14
“Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite”
— Romanos 14:21
“Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos”
— 1 Corintios 9:22
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, conoce a Dios”
— 1 Juan 4:7
“No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos”
— 1 Timoteo 5:1
“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”
— Romanos 12:10
“Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente en un mismo parecer”
— 1 Corintios 1:10
“Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, vivid en paz; el Dios de paz de amor estará con vosotros”
— 2 Corintios 13:11
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”
— Mateo 5:16
“Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo”
— 1 Pedro 3:16