Queridos hermanos y hermanas, adentrémonos en el profundo misterio y belleza de Cristo tal como se revela en las Sagradas Escrituras. La vida y enseñanzas de Jesucristo nos ofrecen un vislumbre del amor y la redención de Dios. Desde su humilde nacimiento en Belén hasta su muerte sacrificial en la cruz, Jesús vivió una vida de perfecta obediencia y amor. Él vino al mundo como el Mesías prometido, cumpliendo las profecías del Antiguo Testamento. Sus milagros y enseñanzas revelan su naturaleza divina y autoridad. Jesús sanó a los enfermos, dio vista a los ciegos y resucitó a los muertos, demostrando que Él es verdaderamente el Hijo de Dios.
Las enseñanzas de Cristo, como el Sermón del Monte, nos proporcionan principios que guían nuestra vida diaria. Nos enseñó a amar a nuestros enemigos, a perdonar a quienes nos ofenden y a buscar primero el Reino de Dios. Sus parábolas, como el Buen Samaritano y el Hijo Pródigo, ilustran la profundidad de la gracia y misericordia de Dios. Estas historias nos enseñan sobre la compasión, el arrepentimiento y el gozo de la reconciliación.
La crucifixión de Jesús es la demostración suprema del amor de Dios por la humanidad. A través de su muerte y resurrección, Él conquistó el pecado y la muerte, ofreciendo vida eterna a todos los que creen en Él. Este acto de sacrificio abre el camino para que tengamos una relación personal con Dios. En Cristo, encontramos a nuestro Salvador, Redentor y Amigo. Él es el Buen Pastor que da su vida por sus ovejas.
Como creyentes, estamos llamados a seguir su ejemplo, a vivir en amor y humildad, y a compartir la Buena Nueva con los demás. Cristo es nuestra esperanza y nuestra salvación, la luz del mundo en quien encontramos paz y gozo. Queridos amigos, esforcémonos por encarnar su amor y gracia en todo lo que hacemos.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre Cristo.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad, la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
— Juan 14:6
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos las que hay en la tierra, visibles invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él para él”
— Colosenses 1:16
“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, le dio un nombre que es sobre todo nombre”
— Filipenses 2:9
“Aquel Verbo fue hecho carne, habitó entre nosotros (vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia de verdad”
— Juan 1:14
“Jesucristo es el mismo ayer, hoy, por los siglos”
— Hebreos 13:8
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él”
— 1 Juan 4:9
“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”
— Colosenses 2:9
“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”
— Efesios 1:7
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”
— Romanos 5:8
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, el principado sobre su hombro; se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”
— Isaías 9:6
“Puestos los ojos en Jesús, el autor consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, se sentó a la diestra del trono de Dios”
— Hebreos 12:2
“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras”
— 1 Corintios 15:3
“Este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; esta vida está en su Hijo”
— 1 Juan 5:11
“Yo les doy vida eterna; no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”
— Juan 10:28
“Jesús se acercó les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo en la tierra”
— Mateo 28:18
“Porque hay un solo Dios, un solo mediador entre Dios los hombres, Jesucristo hombre”
— 1 Timoteo 2:5
“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”
— Romanos 10:9
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por cuya herida fuisteis sanados”
— 1 Pedro 2:24
“En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”
— Hechos 4:12
“El cual, siendo el resplandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia, quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”
— Hebreos 1:3
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”
— Juan 11:25
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”
— Juan 8:12
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó se entregó a sí mismo por mí”
— Gálatas 2:20
“He aquí, una virgen concebirá dará a luz un hijoY llamarás su nombre Emanuelque traducido es: Dios con nosotros”
— Mateo 1:23
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”
— Juan 3:36
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
— 2 Corintios 5:17
“Yo soy el Alfa la Omega, principio fin, dice el Señor, el que es que era que ha de venir, el Todopoderoso”
— Apocalipsis 1:8
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”
— Juan 15:5
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar a salvar lo que se había perdido”
— Lucas 19:10
“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; el que en mí cree, no tendrá sed jamás”
— Juan 6:35
“Toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”
— Filipenses 2:11
“Él es la propiciación por nuestros pecados; no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”
— 1 Juan 2:2
“¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros”
— Romanos 8:34
“En el principio era el Verbo, el Verbo era con Dios, el Verbo era Dios”
— Juan 1:1
“Pelearán contra el Cordero, el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores Rey de reyes; los que están con él son llamados elegidos fieles”
— Apocalipsis 17:14
“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión”
— Hebreos 4:14
“Pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte sacó a luz la vida la inmortalidad por el evangelio”
— 2 Timoteo 1:10
“Venid a mí todos los que estáis trabajados cargados, yo os haré descansar”
— Mateo 11:28
“Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados cimentados en amor”
— Efesios 3:17
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”
— Colosenses 3:1
“El que tiene mis mandamientos, los guarda, ese es el que me ama; el que me ama, será amado por mi Padre, yo le amaré, me manifestaré a él”
— Juan 14:21
“Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación redención”
— 1 Corintios 1:30
“El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”
— Juan 1:29
“Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”
— Hebreos 7:25
“Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, la vida eterna”
— 1 Juan 5:20
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, cree al que me envió, tiene vida eterna; no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”
— Juan 5:24
“Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”
— Mateo 16:16
“Andad en amor, como también Cristo nos amó, se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda sacrificio a Dios en olor fragante”
— Efesios 5:2
“A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”
— Colosenses 1:27
“El ladrón no viene sino para hurtar matar destruir; yo he venido para que tengan vida, para que la tengan en abundancia”
— Juan 10:10
“Otra vez dice IsaíasEstará la raíz de Isaíel que se levantará a regir los gentilesLos gentiles esperarán en él”
— Romanos 15:12
“Les dijo: Así está escrito, así fue necesario que el Cristo padeciese, resucitase de los muertos al tercer día”
— Lucas 24:46
“Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, a Jesucristo, a quien has enviado”
— Juan 17:3
“Para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, nosotros somos para él; un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, nosotros por medio de él”
— 1 Corintios 8:6
“Aguardando la esperanza bienaventurada la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios Salvador Jesucristo”
— Tito 2:13
“Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”
— Hebreos 9:28
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros”
— Juan 13:34
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”
— Romanos 6:23
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”
— Juan 14:1
“Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”
— Juan 14:9