Queridos hermanos y hermanas, enfoquémonos en las profundas verdades sobre Jesucristo, nuestro Salvador y Señor. Jesús es la piedra angular de nuestra fe, la encarnación del amor de Dios y la esperanza para toda la humanidad. Desde su nacimiento milagroso hasta su muerte sacrificial y gloriosa resurrección, cada aspecto de su vida nos enseña sobre el inmenso amor y gracia de Dios.
Jesús vino al mundo como la Luz, brillando en la oscuridad, guiándonos hacia la verdad y la salvación. Vivió una vida de compasión, sanando a los enfermos, resucitando a los muertos y ofreciendo perdón a los pecadores. Sus enseñanzas, entregadas con autoridad, nos brindan guía y sabiduría. Nos llamó a amarnos unos a otros, a servir desinteresadamente y a vivir rectamente, reflejando su carácter.
A través de su muerte en la cruz, Jesús cargó con el peso de nuestros pecados, ofreciéndose como el sacrificio supremo. Este acto de amor abrió el camino para que nos reconciliemos con Dios. Su resurrección de entre los muertos es la victoria triunfante sobre el pecado y la muerte, asegurándonos la vida eterna con Él. Es la piedra angular de nuestra fe, dándonos esperanza y seguridad de que nada puede separarnos de su amor.
En nuestra vida diaria, estamos llamados a seguir a Jesús, a llevar nuestras propias cruces y a caminar en sus pasos. Él es el Buen Pastor que nos guía junto a aguas tranquilas y restaura nuestras almas. Al permanecer en Él, encontramos fortaleza, paz y propósito. Él promete estar con nosotros siempre, incluso hasta el fin del mundo.
Mantengámonos firmes en nuestra fe en Jesús, compartiendo su amor y verdad con los demás. Que su vida nos inspire a vivir de una manera que lo honre y glorifique a Dios. Los animo a reflexionar sobre sus enseñanzas y buscar encarnar su amor en sus interacciones con los demás. Si este mensaje resuena en ustedes, los invito a compartirlo con otros para que también conozcan la esperanza encontrada en Cristo.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre Jesucristo.
“Aquel Verbo fue hecho carne, habitó entre nosotros (vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia de verdad”
— Juan 1:14
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación”
— Colosenses 1:15
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad, la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
— Juan 14:6
“El cual, siendo el resplandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia, quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”
— Hebreos 1:3
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, el principado sobre su hombro; se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”
— Isaías 9:6
“Dará a luz un hijo, llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”
— Mateo 1:21
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”
— Juan 10:11
“Yo soy el Alfa la Omega, principio fin, dice el Señor, el que es que era que ha de venir, el Todopoderoso”
— Apocalipsis 1:8
“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra, debajo de la tierra; toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”
— Filipenses 2:9-11
“Jesús se acercó les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo en la tierra”
— Mateo 28:18
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”
— Juan 11:25
“¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros”
— Romanos 8:34
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él”
— 1 Juan 4:9
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”
— Juan 8:12
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”
— Juan 15:5
“Porque hay un solo Dios, un solo mediador entre Dios los hombres, Jesucristo hombre”
— 1 Timoteo 2:5
“Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, para dar su vida en rescate por muchos”
— Marcos 10:45
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar a salvar lo que se había perdido”
— Lucas 19:10
“En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”
— Hechos 4:12
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”
— Hebreos 4:15
“Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”
— Mateo 16:16
“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; el que en mí cree, no tendrá sed jamás”
— Juan 6:35
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”
— 2 Corintios 5:21
“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”
— Romanos 10:9
“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado, que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras”
— 1 Corintios 15:3-4
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó se entregó a sí mismo por mí”
— Gálatas 2:20
“Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”
— Efesios 2:13
“Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”
— Juan 14:9
“Jesucristo es el mismo ayer, hoy, por los siglos”
— Hebreos 13:8
“Venid a mí todos los que estáis trabajados cargados, yo os haré descansar”
— Mateo 11:28
“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”
— Colosenses 2:9
“Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu”
— Juan 19:30
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por cuya herida fuisteis sanados”
— 1 Pedro 2:24
“El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”
— Juan 1:29
“Yo soy el Alfa la Omega, el principio el fin, el primero el último”
— Apocalipsis 22:13
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”
— Romanos 5:8
“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”
— Juan 7:38
“Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, a Jesucristo, a quien has enviado”
— Juan 17:3
“Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes”
— Lucas 23:34
“Él es la propiciación por nuestros pecados; no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”
— 1 Juan 2:2
“Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación redención”
— 1 Corintios 1:30
“Yo el Padre uno somos”
— Juan 10:30
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”
— Filipenses 3:20-21
“Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor Cristo”
— Hechos 2:36
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, con trompeta de Dios, descenderá del cielo; los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, así estaremos siempre con el Señor”
— 1 Tesalonicenses 4:16-17
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, cree al que me envió, tiene vida eterna; no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”
— Juan 5:24
“Puestos los ojos en Jesús, el autor consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, se sentó a la diestra del trono de Dios”
— Hebreos 12:2
“Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo”
— Juan 4:25-26
“Al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas dispersas como ovejas que no tienen pastor”
— Mateo 9:36
“La cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado autoridad poder señorío, sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino también en el venidero”
— Efesios 1:20-21
“Pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte sacó a luz la vida la inmortalidad por el evangelio”
— 2 Timoteo 1:10
“Vosotros me llamáis Maestro, Señor; decís bien, porque lo soy”
— Juan 13:13
“Aguardando la esperanza bienaventurada la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios Salvador Jesucristo”
— Tito 2:13
“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”
— Mateo 5:17