Queridos hermanos y hermanas, es con gran respeto que comparto con ustedes algunas ideas sobre la profunda verdad de que Jesús es Dios. Esta verdad es una piedra angular de la fe cristiana y entenderla es esencial para nuestro viaje espiritual. Jesús, el Hijo de Dios, no es simplemente un maestro o profeta; Él es Dios encarnado. Este es un misterio profundamente arraigado en las enseñanzas de la Biblia y se nos revela a través de las escrituras.
Jesús mismo hizo declaraciones sobre su naturaleza divina. Habló con autoridad y realizó milagros que solo Dios podría hacer. Sus palabras y acciones fueron revelaciones directas de su identidad divina. Jesús perdonó pecados, algo que solo Dios puede hacer. Calmó tormentas, sanó a los enfermos e incluso resucitó a los muertos, demostrando su poder sobre la creación y la vida misma.
Además, Jesús afirmó su unidad con Dios Padre, diciendo que quienes lo han visto a Él han visto al Padre. Esta fue una afirmación radical que confirmó su estatus divino. Los apóstoles también reconocieron a Jesús como Dios. Lo adoraron y enseñaron sobre su naturaleza divina. La iglesia primitiva, bajo la guía del Espíritu Santo, proclamó audazmente que Jesús es Señor.
La resurrección de Jesús es la prueba suprema de su divinidad. Al resucitar de entre los muertos, venció la muerte y el pecado, ofreciéndonos vida eterna. Esta victoria es un testimonio de su poder y divinidad. Creer en Jesús como Dios nos lleva a una relación con Él, transformando nuestras vidas y ofreciéndonos esperanza y salvación.
Al reflexionar sobre estas verdades, mantengámonos firmes en la fe de que Jesús es verdaderamente Dios. Él es nuestro Salvador y Señor, merecedor de toda nuestra adoración y amor. Si este mensaje ha tocado tu corazón, te animo a compartirlo con otros. Difundamos la buena nueva de la naturaleza divina de Jesús y su amor por toda la humanidad.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre Jesús siendo Dios.
“En el principio era el Verbo, el Verbo era con Dios, el Verbo era Dios”
— Juan 1:1
“Yo el Padre uno somos”
— Juan 10:30
“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”
— Colosenses 2:9
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse”
— Filipenses 2:5-6
“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy”
— Juan 8:58
“Mas del Hijo diceTu trono, oh Dios, por el siglo del sigloCetro de equidad es el cetro de tu reino”
— Hebreos 1:8
“Aguardando la esperanza bienaventurada la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios Salvador Jesucristo”
— Tito 2:13
“Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”
— Juan 14:9
“He aquí, una virgen concebirá dará a luz un hijoY llamarás su nombre Emanuelque traducido es: Dios con nosotros”
— Mateo 1:23
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, el principado sobre su hombro; se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”
— Isaías 9:6
“Entonces Tomás respondió le dijo: ¡Señor mío, Dios mío”
— Juan 20:28
“De quienes son los patriarcas, de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén”
— Romanos 9:5
“Simón Pedro, siervo apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra”
— 2 Pedro 1:1
“Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, la vida eterna”
— 1 Juan 5:20
“Aquel Verbo fue hecho carne, habitó entre nosotros (vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia de verdad”
— Juan 1:14
“Yo soy el Alfa la Omega, principio fin, dice el Señor, el que es que era que ha de venir, el Todopoderoso”
— Apocalipsis 1:8
“Yo soy el Alfa la Omega, el principio el fin, el primero el último”
— Apocalipsis 22:13
“Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese”
— Juan 17:5
“Indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedadDios fue manifestado en carneJustificado en el EspírituVisto de los ángelesPredicado a los gentilesCreído en el mundoRecibido arriba en gloria”
— 1 Timoteo 3:16
“Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”
— Miqueas 5:2
“Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no solo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios”
— Juan 5:18
“Jesucristo es el mismo ayer, hoy, por los siglos”
— Hebreos 13:8
“Jesús se acercó les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo en la tierra”
— Mateo 28:18
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos las que hay en la tierra, visibles invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él para él”
— Colosenses 1:16
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad, la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
— Juan 14:6
“Para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió”
— Juan 5:23
“El cual, siendo el resplandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia, quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”
— Hebreos 1:3
“¿No crees que yo soy en el Padre, el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras”
— Juan 14:10
“Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo”
— Juan 3:13
“Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”
— Mateo 16:16
“Por tanto, mirad por vosotros, por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre”
— Hechos 20:28
“Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”
— Juan 6:38
“Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, él en Dios”
— 1 Juan 4:15
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”
— Juan 11:25
“Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis”
— Juan 8:24
“Mas él callaba, nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Jesús le dijo: Yo soy; veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, viniendo en las nubes del cielo”
— Marcos 14:61-62
“Pero yo le conozco, porque de él procedo, él me envió”
— Juan 7:29
“El que me ve, ve al que me envió”
— Juan 12:45
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; yo le resucitaré en el día postrero”
— Juan 6:44
“Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis creáis que el Padre está en mí, yo en el Padre”
— Juan 10:38
“Respondió entonces Jesús, les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente”
— Juan 5:19
“Creedme que yo soy en el Padre, el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras”
— Juan 14:11
“Jesús clamó dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió”
— Juan 12:44
“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”
— Juan 1:18
“Como me envió el Padre viviente, yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí”
— Juan 6:57
“El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos”
— Juan 3:31
“Esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, cree en él, tenga vida eterna; yo le resucitaré en el día postrero”
— Juan 6:40
“Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo”
— Juan 4:25-26
“Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió”
— Juan 8:42
“Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”
— Juan 14:13
“Isaías dijo esto cuando vio su gloria, habló acerca de él”
— Juan 12:41
“Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, a Jesucristo, a quien has enviado”
— Juan 17:3