Queridos hermanos y hermanas, hoy nos reunimos para reflexionar sobre la gloriosa venida de nuestro Señor Jesucristo. Esta es una promesa que ha sido una fuente de esperanza y anticipación para los creyentes a lo largo de los siglos. El regreso de Jesús es una piedra angular de nuestra fe, recordándonos el plan supremo de Dios para la redención y restauración.
La venida de Jesús no es solo un evento futuro, sino una realidad que moldea cómo vivimos hoy. Es un llamado a estar vigilantes y fieles, a mantener nuestras lámparas encendidas mientras esperamos al Novio. Cuando Jesús ascendió al cielo, aseguró a sus discípulos que regresaría. Esta promesa no es lejana, sino una esperanza viva que nos inspira a vivir rectamente y a compartir Su amor con el mundo.
En las escrituras, encontramos descripciones vívidas de Su regreso. Se nos dice que vendrá con poder y gran gloria, acompañado por los ángeles, y todo ojo lo verá. Este será un momento de gran alegría para aquellos que han puesto su confianza en Él. Será un tiempo en el que todos los errores se corregirán y Su reino se establecerá en plenitud.
Queridos amigos, recordemos también las parábolas que Jesús compartió sobre Su regreso. Habló del siervo fiel, las vírgenes prudentes y los talentos. Cada historia nos anima a estar preparados, a vivir con propósito y a usar los dones y oportunidades que Él nos ha dado para Su gloria. Debemos ser como el buen siervo que, incluso en la ausencia del maestro, continúa trabajando diligentemente, sabiendo que el maestro podría regresar en cualquier momento.
Mientras esperamos Su venida, animémonos unos a otros a mantenernos firmes en nuestra fe. No nos dejemos llevar por los problemas de este mundo, sino mantengamos nuestros ojos fijos en la promesa de Su regreso. Que nuestros corazones se llenen de alegría y anticipación, sabiendo que nuestro Salvador vendrá nuevamente para reunirnos con Él.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre la venida de Jesucristo.
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, con trompeta de Dios, descenderá del cielo; los muertos en Cristo resucitarán primero”
— 1 Tesalonicenses 4:16
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder gran gloria”
— Mateo 24:30
“He aquí que viene con las nubes, todo ojo le verá, los que le traspasaron; todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén”
— Apocalipsis 1:7
“Porque como el relámpago que sale del oriente se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre”
— Mateo 24:27
“En un momento, en un abrir cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, los muertos serán resucitados incorruptibles, nosotros seremos transformados”
— 1 Corintios 15:52
“Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder gloria”
— Marcos 13:26
“Los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”
— Hechos 1:11
“Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder gran gloria”
— Lucas 21:27
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”
— Filipenses 3:20
“A vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder”
— 2 Tesalonicenses 1:7
“Entonces vi el cielo abierto; he aquí un caballo blanco, el que lo montaba se llamaba Fiel Verdadero, con justicia juzga pelea”
— Apocalipsis 19:11
“Si me fuere os preparare lugar, vendré otra vez, os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”
— Juan 14:3
“Amados, ahora somos hijos de Dios, aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”
— 1 Juan 3:2
“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, entonces pagará a cada uno conforme a sus obras”
— Mateo 16:27
“He aquí yo vengo pronto, mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”
— Apocalipsis 22:12
“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, los elementos ardiendo serán deshechos, la tierra las obras que en ella hay serán quemadas”
— 2 Pedro 3:10
“Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria”
— Mateo 25:31
“Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche”
— 1 Tesalonicenses 5:2
“He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”
— Apocalipsis 3:11
“Aguardando la esperanza bienaventurada la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios Salvador Jesucristo”
— Tito 2:13
“Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”
— Colosenses 3:4
“Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida”
— 2 Timoteo 4:8
“Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”
— Hebreos 9:28
“Cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”
— 1 Pedro 5:4
“De estos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares”
— Judas 1:14
“Se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; la mitad del monte se apartará hacia el norte, la otra mitad hacia el sur”
— Zacarías 14:4
“Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego, sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, su reprensión con llama de fuego”
— Isaías 66:15
“Miraba yo en la visión de la noche, he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, le hicieron acercarse delante de él”
— Daniel 7:13
“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre”
— Mateo 24:37
“Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá”
— Lucas 12:40
“Decían a los montes a las peñas: Caed sobre nosotros, escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, de la ira del Cordero”
— Apocalipsis 6:16
“Entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, destruirá con el resplandor de su venida”
— 2 Tesalonicenses 2:8
“No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz”
— Juan 5:28
“He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, su paga delante de su rostro”
— Isaías 40:10
“Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis”
— Mateo 24:44
“Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios”
— Romanos 8:19
“Porque aún un poquitoY el que ha de venir vendrá, no tardará”
— Hebreos 10:37
“De tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo”
— 1 Corintios 1:7
“Esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera”
— 1 Tesalonicenses 1:10
“Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”
— Mateo 24:42
“Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro, así también será el Hijo del Hombre en su día”
— Lucas 17:24
“El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús”
— Apocalipsis 22:20
“A la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle”
— Mateo 25:6
“Tened también vosotros paciencia, afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca”
— Santiago 5:8
“He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, guarda sus ropas, para que no ande desnudo, vean su vergüenza”
— Apocalipsis 16:15
“Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”
— Lucas 18:8
“Esperando apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, los elementos, siendo quemados, se fundirán”
— 2 Pedro 3:12
“Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida”
— 1 Corintios 15:23
“Será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; entonces vendrá el fin”
— Mateo 24:14
“Él envía Jesucristo, que os fue antes anunciado”
— Hechos 3:20
“Esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”
— Romanos 13:11
“El séptimo ángel tocó la trompeta, hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor de su Cristo; él reinará por los siglos de los siglos”
— Apocalipsis 11:15
“Para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos”
— 1 Tesalonicenses 3:13
“Estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, qué señal habrá de tu venida, del fin del siglo?”
— Mateo 24:3
“Jesús le dijo: Yo soy; veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, viniendo en las nubes del cielo”
— Marcos 14:62
“Se dirá en aquel día: He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, nos salvará; este es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos nos alegraremos en su salvación”
— Isaías 25:9
“Esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero”
— Juan 6:39
“Miré, he aquí una nube blanca; sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, en la mano una hoz aguda”
— Apocalipsis 14:14
“Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, de estar en pie delante del Hijo del Hombre”
— Lucas 21:36
“Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, a los que hacen iniquidad”
— Mateo 13:41
“Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos”
— 2 Tesalonicenses 2:1
“Vi un gran trono blanco al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra el cielo, ningún lugar se encontró para ellos”
— Apocalipsis 20:11