Queridos hermanos y hermanas, al reunirnos para explorar las profundas enseñanzas que se encuentran en las parábolas de la Biblia, adentrémonos en la sabiduría divina y las lecciones espirituales que estas historias imparten. Las parábolas son historias sencillas utilizadas por Jesús para ilustrar lecciones morales o espirituales. Estas narrativas, extraídas de la vida cotidiana, están llenas de significado y nos invitan a profundizar en las verdades del Reino de Dios.
Las parábolas son un tesoro de conocimiento espiritual. Jesús las usó para revelar los misterios del Reino de los Cielos de una manera que pudiera ser comprendida por aquellos que estaban abiertos a escuchar. Por ejemplo, la Parábola del Sembrador nos enseña sobre las diferentes formas en que las personas reciben la palabra de Dios. Algunos corazones son como el camino, donde la palabra es arrebatada rápidamente. Otros son como terreno pedregoso, que reciben la palabra con alegría, pero se apartan cuando llegan las dificultades. Algunos corazones son como terreno espinoso, ahogados por las preocupaciones y riquezas de la vida. Pero la buena tierra representa a aquellos que oyen la palabra, la entienden y producen una cosecha fructífera.
Otra hermosa parábola es la historia del Buen Samaritano, que nos enseña sobre el amor y la compasión. Nos muestra que nuestro prójimo no es solo alguien de nuestra propia comunidad o entorno, sino cualquiera que esté necesitado. A través de esta parábola, Jesús nos llama a mostrar misericordia y bondad a todos, trascendiendo las barreras sociales y culturales.
La Parábola del Hijo Pródigo habla del perdón y la redención. Relata el amor incondicional de un padre por su hijo descarriado, ofreciéndonos un vistazo de la gracia infinita de Dios y su disposición a perdonar a quienes se arrepienten y regresan a Él.
Queridos amigos, estas parábolas no son meramente historias del pasado. Son lecciones vivas que nos desafían a reflexionar sobre nuestras vidas y alinear nuestras acciones con la voluntad de Dios. Abramos nuestros corazones a las verdades que transmiten y esforcémonos por vivir conforme a ellas cada día.
Queridos amigos, ahora veamos a continuación las escrituras de la Biblia que hablan sobre las parábolas.
“Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado”
— Mateo 13:10-11
“Les enseñaba por parábolas muchas cosas, les decía en su doctrina”
— Marcos 4:2
“Él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, oyendo no entiendan”
— Lucas 8:10
“Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, sin parábolas no les hablaba”
— Mateo 13:34
“Les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean no perciban; oyendo, oigan no entiendan; para que no se conviertan, les sean perdonados los pecados”
— Marcos 4:11-12
“Entonces él les refirió esta parábola, diciendo”
— Lucas 15:3
“Les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar”
— Mateo 13:3
“Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo”
— Marcos 4:33-34
“También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, no desmayar”
— Lucas 18:1
“Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, oyendo no oyen, ni entienden”
— Mateo 13:13
“Entonces comenzó Jesús a decirles por parábolas: Un hombre plantó una viña, la cercó de vallado, cavó un lagar, edificó una torre, la arrendó a unos labradores, se fue lejos”
— Marcos 12:1
“Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?”
— Lucas 12:41
“Oyendo sus parábolas los principales sacerdotes los fariseos, entendieron que hablaba de ellos”
— Mateo 21:45
“Les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?”
— Marcos 4:13
“¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?”
— Lucas 10:36
“Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo”
— Mateo 13:24
“Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos?”
— Marcos 4:30
“Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente”
— Lucas 19:11
“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo”
— Mateo 25:1
“Cuando se alejó de la multitud entró en casa, le preguntaron sus discípulos sobre la parábola”
— Marcos 7:17
“Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, vino a buscar fruto en ella, no lo halló”
— Lucas 13:6
“Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo”
— Mateo 22:1
“Procuraban prenderle, porque entendían que decía contra ellos aquella parábola; pero temían a la multitud, dejándole, se fueron”
— Marcos 12:12
“Comenzó luego a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, la arrendó a labradores, se ausentó por mucho tiempo”
— Lucas 20:9
“Él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas cosas viejas”
— Mateo 13:52
“Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola”
— Marcos 4:10
“Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una parábola, diciéndoles”
— Lucas 14:7
“Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos esta parábola”
— Mateo 15:15
“Les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que gustan de andar con largas ropas, aman las salutaciones en las plazas”
— Marcos 12:38
“Juntándose una gran multitud, los que de cada ciudad venían a él, les dijo por parábola”
— Lucas 8:4
“Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó sembró en su campo”
— Mateo 13:31
“Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra”
— Marcos 4:26
“Había un hombre rico, que se vestía de púrpura de lino fino, hacía cada día banquete con esplendidez”
— Lucas 16:19
“Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, la cercó de vallado, cavó en ella un lagar, edificó una torre, la arrendó a unos labradores, se fue lejos”
— Mateo 21:33
“También les dijo: ¿Acaso se trae la luz para ponerla debajo del almud, o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero?”
— Marcos 4:21
“Les dijo también una parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo lo pone en un vestido viejo; pues si lo hace, no solamente rompe el nuevo, sino que el remiendo sacado de él no armoniza con el viejo”
— Lucas 5:36
“Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, lo esconde de nuevo; gozoso por ello va vende todo lo que tiene, compra aquel campo”
— Mateo 13:44
“Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga”
— Marcos 4:9
“Procuraban los principales sacerdotes los escribas echarle mano en aquella hora, porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo”
— Lucas 20:19
“De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca”
— Mateo 24:32
“Les dijo también: Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, aun se os añadirá a vosotros los que oís”
— Marcos 4:24
“Cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella”
— Lucas 19:41