Queridos hermanos y hermanas, al explorar el tema de “Una vez salvo, siempre salvo”, nos adentramos en un aspecto intrigante y a veces debatido de la fe cristiana. Muchos creyentes encuentran consuelo en la idea de que una vez que aceptamos a Jesucristo como nuestro Salvador, nuestra salvación está segura por la eternidad. Esta creencia proviene del entendimiento de que la salvación es un don de Dios, no basado en nuestras propias obras, sino en la gracia dada a través de la fe en Jesús.
En la Biblia, vemos numerosas garantías de la promesa de Dios de mantenernos cerca. Jesús mismo habló de dar vida eterna a Sus ovejas, asegurándonos que nadie puede arrebatarnos de Su mano. Esta poderosa imagen de seguridad es un recordatorio del amor inmutable y la fidelidad de Dios. El Espíritu Santo es dado a los creyentes como un sello, una promesa de nuestra herencia como hijos de Dios, enfatizando aún más la permanencia de nuestra salvación.
Sin embargo, queridos amigos, es importante entender que esta seguridad no nos da licencia para vivir descuidadamente. La verdadera fe en Cristo nos cambia desde adentro hacia afuera. El apóstol Pablo nos recuerda que somos nuevas criaturas en Cristo, y nuestras vidas deben reflejar la transformación que proviene de conocerlo. El fruto del Espíritu, como el amor, el gozo, la paz y la paciencia, debe ser evidente en nuestro caminar diario.
A lo largo de la Biblia, encontramos ejemplos del amor perdurable y las promesas de Dios. El rey David, a pesar de sus muchos fracasos, fue llamado un hombre conforme al corazón de Dios debido a su arrepentimiento y fe. El hijo pródigo, una vez perdido, fue recibido con los brazos abiertos por su padre, ilustrando la disposición de Dios para perdonar y restaurar.
Queridos amigos, al considerar estas verdades, mantengámonos firmes en la esperanza de nuestra salvación con humildad y gratitud. Que vivamos de manera que honre a Aquel que nos salvó, sabiendo que Su agarre sobre nosotros es fuerte e infalible.
Queridos amigos, veamos ahora las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre ‘Una vez salvo, siempre salvo’.
“Yo les doy vida eterna; no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”
— Juan 10:28
“Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”
— Romanos 8:38-39
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”
— Efesios 1:13-14
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”
— Filipenses 1:6
“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, para que creáis en el nombre del Hijo de Dios”
— 1 Juan 5:13
“El que nos confirma con vosotros en Cristo, el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones”
— 2 Corintios 1:21-22
“Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados”
— Hebreos 10:14
“A aquel que es poderoso para guardaros sin caída, presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría”
— Judas 1:24
“Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero”
— 1 Pedro 1:5
“Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; al que a mí viene, no le echo fuera”
— Juan 6:37
“Porque irrevocables son los dones el llamamiento de Dios”
— Romanos 11:29
“Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día”
— 2 Timoteo 1:12
“Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; no puede pecar, porque es nacido de Dios”
— 1 Juan 3:9
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, cree al que me envió, tiene vida eterna; no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”
— Juan 5:24
“Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”
— Hebreos 7:25
“Porque habéis muerto, vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”
— Colosenses 3:3
“El cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo”
— 1 Corintios 1:8
“No contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”
— Efesios 4:30
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”
— Romanos 8:1
“El mismo Dios de paz os santifique por completo; todo vuestro ser, espíritu, alma cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará”
— 1 Tesalonicenses 5:23-24
“Esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero”
— Juan 6:39
“Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros”
— 1 Juan 2:19
“Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados gustaron del don celestial, fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, asimismo gustaron de la buena palabra de Dios los poderes del siglo venidero, recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios exponiéndole a vituperio”
— Hebreos 6:4-6
“¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?”
— Gálatas 3:3
“Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese”
— Juan 17:12
“Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive permanece para siempre”
— 1 Pedro 1:23
“Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”
— Romanos 5:9-10
“Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo”
— Mateo 24:13
“El Señor me librará de toda obra mala, me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén”
— 2 Timoteo 4:18
“Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna”
— Tito 3:5-7
“Por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano”
— 1 Corintios 15:2
“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”
— Juan 8:36
“Hijitos, vosotros sois de Dios, los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”
— 1 Juan 4:4
“No por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención”
— Hebreos 9:12
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glorí”
— Efesios 2:8-9
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
— 2 Corintios 5:17
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido”
— Romanos 4:21
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, en tu nombre echamos fuera demonios, en tu nombre hicimos muchos milagros? entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”
— Mateo 7:21-23
“Esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, por el Espíritu de nuestro Dios”
— 1 Corintios 6:11
“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús”
— Filipenses 3:12
“Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”
— 1 Juan 1:7
“Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”
— Romanos 3:24
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”
— 1 Corintios 10:13
“En su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos sin mancha irreprensibles delante de él; si en verdad permanecéis fundados firmes en la fe, sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro”
— Colosenses 1:22-23
“El cual nos libró, nos libra, en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte”
— 2 Corintios 1:10
“Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio”
— Hebreos 3:14
“De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído”
— Gálatas 5:4
“Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”
— 2 Pedro 1:10
“Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, cubrirá multitud de pecados”
— Santiago 5:19-20
“El que venciere será vestido de vestiduras blancas; no borraré su nombre del libro de la vida, confesaré su nombre delante de mi Padre, delante de sus ángeles”
— Apocalipsis 3:5