Queridos hermanos y hermanas, reunámonos en torno a la profunda enseñanza de amarnos unos a otros. Este principio está en el corazón de la fe cristiana y tiene un profundo significado espiritual. Cuando hablamos de amor, no nos referimos meramente a emociones pasajeras o gestos superficiales. En cambio, hablamos de un amor que es paciente, amable y duradero. Este amor está arraigado en el ejemplo divino establecido por nuestro Señor, quien nos mostró la forma suprema de amor al entregarse por nosotros.
En nuestra vida diaria, este amor se manifiesta a través de nuestras acciones y palabras. Nos llama a ser compasivos, perdonadores y gentiles unos con otros. Querido amigo, cuando amamos como Dios ama, cumplimos el mayor mandamiento. Este amor no se limita a aquellos que son fáciles de amar, sino que se extiende incluso a aquellos que pueden hacernos mal. Es un llamado a elevarnos por encima de nuestras inclinaciones naturales y abrazar una forma de vida más elevada.
Consideremos la historia del Buen Samaritano, donde el amor trasciende las barreras culturales y sociales. Esta parábola nos enseña que el amor verdadero no está limitado por prejuicios ni sesgos. Nos insta a abrir nuestros corazones y extender amabilidad a todos, independientemente de su origen. Este es el tipo de amor que refleja el carácter de Dios.
Además, el amor es el vínculo que nos une como comunidad de creyentes. Es a través del amor que nos apoyamos, animamos y nos elevamos mutuamente. En tiempos de alegría y tristeza, el amor nos une, creando una familia de fe fuerte y resiliente.
Querido hermano y hermana, mientras nos esforzamos por vivir este mandamiento, recordemos que el amor es el mayor regalo que podemos dar y recibir. Es un reflejo de la presencia de Dios en nuestras vidas y un testimonio de Su bondad para el mundo. Comparte este mensaje con otros, para que también ellos se inspiren a vivir una vida marcada por el amor.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre amarnos unos a otros.
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros”
— Juan 13:34
“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado”
— Juan 15:12
“Esto os mando: Que os améis unos a otros”
— Juan 15:17
“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”
— Romanos 12:10
“No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley”
— Romanos 13:8
“Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros”
— Gálatas 5:13
“Con toda humildad mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor”
— Efesios 4:2
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”
— Efesios 4:32
“Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa”
— Filipenses 2:2
“Sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto”
— Colosenses 3:14
“Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros”
— 1 Tesalonicenses 4:9
“Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor a las buenas obras”
— Hebreos 10:24
“Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro”
— 1 Pedro 1:22
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables”
— 1 Pedro 3:8
“Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”
— 1 Pedro 4:8
“Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros”
— 1 Juan 3:11
“Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte”
— 1 Juan 3:14
“Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho en verdad”
— 1 Juan 3:18
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, conoce a Dios”
— 1 Juan 4:7
“Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros”
— 1 Juan 4:11
“Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, su amor se ha perfeccionado en nosotros”
— 1 Juan 4:12
“Nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano”
— 1 Juan 4:21
“Ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros”
— 2 Juan 1:5
“El segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos”
— Marcos 12:31
“El segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
— Mateo 22:39
“Como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos”
— Lucas 6:31
“El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno”
— Romanos 12:9
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece”
— 1 Corintios 13:4
“Ahora permanecen la fe, la esperanza el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”
— 1 Corintios 13:13
“Sobrellevad los unos las cargas de los otros, cumplid así la ley de Cristo”
— Gálatas 6:2
“Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis”
— Santiago 2:8
“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”
— Juan 13:35