Queridos amigos, conocer a Jesús es el viaje más profundo en el que uno puede embarcarse. No se trata solo de entender hechos o detalles históricos, sino de experimentar una relación personal con el Salvador. Jesús mismo dijo que la vida eterna es conocerlo a Él y al Padre que lo envió. Conocer verdaderamente a Jesús es encontrar Su amor, gracia y verdad de una manera transformadora.
Queridos hermanos y hermanas, la Biblia está llena de historias y enseñanzas que revelan el corazón de Jesús. Cuando leemos sobre Su vida en la tierra, vemos a un hombre que fue compasivo, sanando a los enfermos, consolando a los quebrantados de corazón y trayendo esperanza a los desesperados. Enseñó sobre el reino de Dios y demostró cómo se ve el verdadero amor y sacrificio. Su muerte en la cruz y resurrección son las expresiones máximas de Su amor por la humanidad, ofreciendo perdón y nueva vida a todos los que creen.
Conocer a Jesús también es seguir Su ejemplo. Nos llama a amarnos unos a otros como Él nos ha amado. Esto significa perdonar a los demás, mostrar bondad y vivir desinteresadamente. Cuanto más caminamos en Sus caminos, más reflejamos Su carácter al mundo. La oración y la lectura de las Escrituras son vitales en este viaje, ya que nos ayudan a acercarnos a Él y a entender Su voluntad para nuestras vidas.
Querido amigo, si buscas conocer más a Jesús, abre tu corazón a Su presencia. Él promete que los que buscan encontrarán. Al pasar tiempo en oración y meditación en Su Palabra, descubrirás la profundidad de Su amor y la paz que sobrepasa todo entendimiento. Conocer a Jesús no es un evento único, sino una aventura de fe y descubrimiento de por vida.
Te animo a compartir este mensaje con otros, porque la alegría de conocer a Jesús es un regalo destinado a ser compartido. Queridos amigos, ahora veamos a continuación las escrituras de la Biblia que hablan sobre conocer a Jesús.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad, la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
— Juan 14:6
“A fin de conocerle, el poder de su resurrección, la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte”
— Filipenses 3:10
“Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, a Jesucristo, a quien has enviado”
— Juan 17:3
“Yo soy el buen pastor; conozco mis ovejas, las mías me conocen”
— Juan 10:14
“Antes bien, creced en la gracia el conocimiento de nuestro Señor Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora hasta el día de la eternidad. Amén”
— 2 Pedro 3:18
“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación”
— Colosenses 1:15
“Aquel Verbo fue hecho carne, habitó entre nosotros (vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia de verdad”
— Juan 1:14
“Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, la vida eterna”
— 1 Juan 5:20
“Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, a este crucificado”
— 1 Corintios 2:2
“Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, aquel a quien el Hijo lo quiera revelar”
— Mateo 11:27
“Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”
— 2 Corintios 4:6
“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy”
— Juan 8:58
“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; el que en mí cree, no tendrá sed jamás”
— Juan 6:35
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”
— Juan 10:11
“Puestos los ojos en Jesús, el autor consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, se sentó a la diestra del trono de Dios”
— Hebreos 12:2
“He aquí, yo estoy a la puerta llamo; si alguno oye mi voz abre la puerta, entraré a él, cenaré con él, él conmigo”
— Apocalipsis 3:20
“Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría del conocimiento”
— Colosenses 2:2-3
“Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría de revelación en el conocimiento de él”
— Efesios 1:17
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó se entregó a sí mismo por mí”
— Gálatas 2:20
“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”
— Romanos 10:9
“Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, él en Dios”
— 1 Juan 4:15
“Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”
— Mateo 16:16
“En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”
— Hechos 4:12
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”
— Juan 15:5
“Decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, sígame”
— Lucas 9:23
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”
— Juan 3:36
“En esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos”
— 1 Juan 2:3
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
— 2 Corintios 5:17
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”
— Juan 11:25
“Yo soy la vid verdadera, mi Padre es el labrador”
— Juan 15:1
“Porque hay un solo Dios, un solo mediador entre Dios los hombres, Jesucristo hombre”
— 1 Timoteo 2:5
“Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”
— Juan 14:9
“Revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”
— Colosenses 3:10
“Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”
— 1 Juan 1:7
“Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados cimentados en amor”
— Efesios 3:17
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”
— Juan 8:12
“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”
— Juan 7:38
“Pedro les dijo: Arrepentíos, bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; recibiréis el don del Espíritu Santo”
— Hechos 2:38
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”
— Romanos 8:1
“El que tiene mis mandamientos, los guarda, ese es el que me ama; el que me ama, será amado por mi Padre, yo le amaré, me manifestaré a él”
— Juan 14:21
“Amados, ahora somos hijos de Dios, aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”
— 1 Juan 3:2
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, cree al que me envió, tiene vida eterna; no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”
— Juan 5:24
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra, debajo de la tierra; toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”
— Filipenses 2:5-11
“Jesucristo es el mismo ayer, hoy, por los siglos”
— Hebreos 13:8
“Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, tiemblan”
— Santiago 2:19
“Respondió Jesús le dijo: Si conocieras el don de Dios, quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, él te daría agua viva”
— Juan 4:10
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”
— Juan 14:1
“¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros”
— Romanos 8:34
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”
— Juan 1:12
“Jesús se acercó les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo en la tierra”
— Mateo 28:18
“A quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable glorioso”
— 1 Pedro 1:8
“Yo el Padre uno somos”
— Juan 10:30
“Esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, cree en él, tenga vida eterna; yo le resucitaré en el día postrero”
— Juan 6:40
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”
— Hebreos 4:15
“Respondió Jesús le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; mi Padre le amará, vendremos a él, haremos morada con él”
— Juan 14:23
“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”
— 1 Juan 2:1
“Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, para que creyendo, tengáis vida en su nombre”
— Juan 20:31