Queridos hermanos y hermanas, hoy profundicemos en la profunda amistad entre David y Jonatán, una historia que nos ofrece lecciones eternas sobre lealtad, amor y fe. Su vínculo es un brillante ejemplo de cómo las amistades pueden ser una fuente de fortaleza y aliento en nuestras vidas. David, el pastor destinado a ser rey, y Jonatán, el hijo del rey Saúl, compartieron una amistad que desafió las probabilidades y las expectativas humanas.
Desde el primer momento en que se conocieron, hubo una conexión inmediata entre ellos. Jonatán, reconociendo la unción sobre David, lo amó como a su propia alma. Esta amistad no se basó en la conveniencia o el interés propio, sino en una profunda conexión espiritual y respeto mutuo. A pesar de que Jonatán era el heredero al trono, apoyó desinteresadamente a David, sabiendo que el plan de Dios para David era que se convirtiera en rey.
Su amistad nos enseña la importancia de la lealtad y el desinterés. Jonatán hizo grandes esfuerzos para proteger a David de la ira del rey Saúl, su propio padre. Arriesgó su vida y posición para asegurar la seguridad de David. Este tipo de lealtad es rara y preciosa, recordándonos que debemos apoyar a nuestros amigos, incluso en tiempos difíciles.
Además, la amistad de David y Jonatán se basó en su fe en Dios. Hicieron un pacto ante el Señor, prometiendo mostrar bondad a las familias del otro. Esta base espiritual fortaleció su vínculo y guió sus acciones. Es un poderoso recordatorio del papel que juega la fe en nutrir y sostener las verdaderas amistades.
Queridos amigos, seamos inspirados por la amistad de David y Jonatán. Que nos esforcemos por ser amigos leales, desinteresados y llenos de fe para quienes nos rodean. Que nuestras amistades reflejen el amor y la fidelidad que Dios nos muestra.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan de ‘David y Jonatán’.
“Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, lo amó Jonatán como a sí mismo”
— 1 Samuel 18:1
“Hicieron pacto Jonatán David, porque él le amaba como a sí mismo”
— 1 Samuel 18:3
“Jonatán hizo jurar a David otra vez, porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo”
— 1 Samuel 20:17
“Jonatán dijo a David: Vete en paz, porque ambos hemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová esté entre tú yo, entre tu descendencia mi descendencia, para siempre. él se levantó se fue; Jonatán entró en la ciudad”
— 1 Samuel 20:42
“Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl vino a David a Hores, fortaleció su mano en Dios”
— 1 Samuel 23:16
“Luego que el muchacho se hubo ido, se levantó David del lado del sur, se inclinó tres veces postrándose hasta la tierra; besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro; David lloró más”
— 1 Samuel 20:41
“Jonatán se quitó el manto que llevaba, se lo dio a David, otras ropas suyas, hasta su espada, su arco su talabarte”
— 1 Samuel 18:4
“Angustia tengo por ti, hermano mío JonatánQue me fuiste muy dulceMás maravilloso me fue tu amorQue el amor de las mujeres”
— 2 Samuel 1:26
“Habló Saúl a Jonatán su hijo, a todos sus siervos, para que matasen a David; pero Jonatán hijo de Saúl amaba a David en gran manera”
— 1 Samuel 19:1
“Después David huyó de Naiot en Ramá, vino delante de Jonatán, dijo: ¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi maldad, o cuál mi pecado contra tu padre, para que busque mi vida?”
— 1 Samuel 20:1
“Jonatán dijo a David: Lo que deseare tu alma, haré por ti”
— 1 Samuel 20:4
“Jonatán le dijo: Nunca tal te suceda; antes bien, si yo supiere que mi padre ha determinado maldad contra ti, ¿no te lo avisaría yo?”
— 1 Samuel 20:9
“Pero si mi padre intentare hacerte mal, Jehová haga así a Jonatán, aun le añada, si no te lo hiciere saber te enviare para que te vayas en paz. esté Jehová contigo, como estuvo con mi padre”
— 1 Samuel 20:13
“Si yo viviere, harás conmigo misericordia de Jehová, para que no muera”
— 1 Samuel 20:14
“No apartarás tu misericordia de mi casa para siempre. Cuando Jehová haya cortado uno por uno los enemigos de David de la tierra, no dejes que el nombre de Jonatán sea quitado de la casa de David”
— 1 Samuel 20:15
“Al siguiente día, el segundo día de la nueva luna, aconteció también que el asiento de David quedó vacío. Saúl dijo a Jonatán su hijo: ¿Por qué no ha venido a comer el hijo de Isaí hoy ni ayer?”
— 1 Samuel 20:27
“Entonces se encendió la ira de Saúl contra Jonatán, le dijo: Hijo de la perversa rebelde, ¿acaso no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, para confusión de la vergüenza de tu madre?”
— 1 Samuel 20:30
“Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viviere sobre la tierra, ni tú estarás firme, ni tu reino. Envía pues, ahora, tráemelo, porque ha de morir”
— 1 Samuel 20:31
“Jonatán respondió a su padre Saúl le dijo: ¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho?”
— 1 Samuel 20:32
“Entonces Saúl le arrojó una lanza para herirlo; de donde entendió Jonatán que su padre estaba resuelto a matar a David”
— 1 Samuel 20:33
“Se levantó Jonatán de la mesa con exaltada ira, no comió pan el segundo día de la nueva luna; porque tenía dolor a causa de David, porque su padre le había afrentado”
— 1 Samuel 20:34
“Al otro día, de mañana, salió Jonatán al campo, al tiempo señalado con David, un muchacho pequeño con él”
— 1 Samuel 20:35
“Dijo al muchacho: Corre busca las saetas que yo tirare. cuando el muchacho iba corriendo, él tiraba la saeta de modo que pasara más allá de él”
— 1 Samuel 20:36
“Llegando el muchacho adonde estaba la saeta que Jonatán había tirado, Jonatán dio voces tras el muchacho, diciendo: ¿No está la saeta más allá de ti?”
— 1 Samuel 20:37
“Volvió a gritar Jonatán tras el muchacho: Corre, date prisa, no te pares. el muchacho de Jonatán recogió las saetas, vino a su señor”
— 1 Samuel 20:38
“Pero ninguna cosa entendió el muchacho; solamente Jonatán David entendían de lo que se trataba”
— 1 Samuel 20:39
“Luego dio Jonatán sus armas a su muchacho, le dijo: Vete llévalas a la ciudad”
— 1 Samuel 20:40
“Le dijo: No temas, pues no te hallará la mano de Saúl mi padre, tú reinarás sobre Israel, yo seré segundo después de ti; aun Saúl mi padre así lo sabe”
— 1 Samuel 23:17
“Ambos hicieron pacto delante de Jehová; David se quedó en Hores, Jonatán se volvió a su casa”
— 1 Samuel 23:18
“Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán?”
— 2 Samuel 9:1
“El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies”
— 2 Samuel 9:3
“Le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; tú comerás siempre a mi mesa”
— 2 Samuel 9:7
“Tú, pues, le labrarás las tierras, tú con tus hijos tus siervos, almacenarás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para comer; pero Mefi-boset el hijo de tu señor comerá siempre a mi mesa. tenía Siba quince hijos veinte siervos”
— 2 Samuel 9:10
“Respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su siervo, así lo hará tu siervo. Mefi-boset, dijo el rey, comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey”
— 2 Samuel 9:11
“Moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; estaba lisiado de ambos pies”
— 2 Samuel 9:13