Queridos hermanos y hermanas, exploremos el fascinante tema de los demonios tal como se describe en la Santa Biblia. A lo largo de las escrituras, los demonios son representados como seres espirituales opuestos a Dios y Sus propósitos divinos. A menudo se les asocia con Satanás, el adversario, y se les ve como fuerzas que buscan alejar a las personas de la verdad y la luz de Dios.
En el Nuevo Testamento, vemos a los demonios manifestándose de diversas maneras, a menudo atormentando a las personas y causando aflicciones físicas y espirituales. Jesucristo, nuestro Señor y Salvador, encontró a muchos poseídos por demonios durante Su ministerio. Con autoridad divina, los expulsó, demostrando Su poder supremo sobre todas las fuerzas del mal. Esto resalta que, a pesar de la presencia de demonios, Jesús es más poderoso y tiene el control absoluto sobre el reino espiritual.
Un caso notable es cuando Jesús encontró a un hombre poseído por muchos demonios. El hombre vivía entre las tumbas, aislado y atormentado. Con compasión, Jesús ordenó a los demonios que dejaran al hombre, restaurándolo a la plenitud. Esta historia nos recuerda el amor y la autoridad de Jesús, trayendo esperanza y liberación a los que están en esclavitud.
El apóstol Pablo también advierte a los creyentes sobre la guerra espiritual que enfrentamos, instándonos a ponernos toda la armadura de Dios. Esta armadura incluye la fe, la justicia y la Palabra de Dios, que nos equipa para mantenernos firmes contra las artimañas del enemigo.
Queridos amigos, es crucial recordar que, aunque los demonios son reales, son enemigos derrotados. La muerte y resurrección de Jesús han sellado su destino. Se nos anima a permanecer vigilantes, arraigados en la fe y a confiar en el Espíritu Santo para guía y fortaleza.
Como hijos de Dios, no debemos temer a los demonios, sino enfocarnos en nuestra relación con Jesús, quien nos protege y nos da poder. Seamos orantes, discernidores y siempre listos para buscar la sabiduría de Dios en todas las cosas.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre los demonios.
“Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino”
— Mateo 8:28
“Le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos”
— Marcos 5:12
“Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz”
— Lucas 4:33
“Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado”
— Mateo 9:32
“Sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, echó fuera muchos demonios; no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían”
— Marcos 1:34
“Algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios”
— Lucas 8:2
“Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego mudo; le sanó, de tal manera que el ciego mudo veía hablaba”
— Mateo 12:22
“Que tuviesen autoridad para sanar enfermedades para echar fuera demonios”
— Marcos 3:15
“Estaba Jesús echando fuera un demonio, que era mudo; aconteció que salido el demonio, el mudo habló; la gente se maravilló”
— Lucas 11:14
“Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, para sanar toda enfermedad toda dolencia”
— Mateo 10:1
“Vienen a Jesús, ven al que había sido atormentado del demonio, que había tenido la legión, sentado, vestido en su juicio cabal; tuvieron miedo”
— Marcos 5:15
“Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros”
— Lucas 8:27
“Reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, este quedó sano desde aquella hora”
— Mateo 17:18
“Cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo sordo, yo te mando, sal de él, no entres más en él”
— Marcos 9:25
“Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder autoridad sobre todos los demonios, para sanar enfermedades”
— Lucas 9:1
“Cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; con la palabra echó fuera a los demonios, sanó a todos los enfermos”
— Mateo 8:16
“La mujer era griega, sirofenicia de nación; le rogaba que echase fuera de su hija al demonio”
— Marcos 7:26
“También salían demonios de muchos, dando voces diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo”
— Lucas 4:41
“Se difundió su fama por toda Siria; le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades tormentos, los endemoniados, lunáticos paralíticos; los sanó”
— Mateo 4:24
“Predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, echaba fuera los demonios”
— Marcos 1:39
“Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre”
— Lucas 10:17
“He aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio”
— Mateo 15:22
“Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; se lo prohibimos, porque no nos seguía”
— Marcos 9:38
“Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros”
— Lucas 9:49
“Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, en tu nombre echamos fuera demonios, en tu nombre hicimos muchos milagros?”
— Mateo 7:22
“Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas”
— Marcos 16:17
“Les dijo: Id, decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios hago curaciones hoy mañana, al tercer día termino mi obra”
— Lucas 13:32
“Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo”
— Hechos 19:13
“Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando”
— Hechos 16:16
“Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos dando grandes voces; muchos paralíticos cojos eran sanados”
— Hechos 8:7
“Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, tiemblan”
— Santiago 2:19
“Pues son espíritus de demonios, que hacen señales, van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso”
— Apocalipsis 16:14
“Los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar”
— Apocalipsis 9:20
“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores a doctrinas de demonios”
— 1 Timoteo 4:1
“No es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz”
— 2 Corintios 11:14
“Porque no tenemos lucha contra sangre carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”
— Efesios 6:12
“Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, no lo halla”
— Mateo 12:43
“Los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios”
— Marcos 3:11
“Los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados”
— Lucas 6:18
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”
— 1 Juan 4:1
“Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio”
— 2 Pedro 2:4
“A los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día”
— Judas 1:6
“Clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, se ha hecho habitación de demonios guarida de todo espíritu inmundo, albergue de toda ave inmunda aborrecible”
— Apocalipsis 18:2
“Fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, sus ángeles fueron arrojados con él”
— Apocalipsis 12:9
“Los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos”
— Mateo 8:31
“Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo”
— Marcos 5:8
“Entonces va, toma otros siete espíritus peores que él; entrados, moran allí; el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero”
— Lucas 11:26
“Aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos atormentados de espíritus inmundos; todos eran sanados”
— Hechos 5:16
“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”
— Mateo 10:8
“Echaban fuera muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos, los sanaban”
— Marcos 6:13
“Le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él”
— Lucas 8:30
“Prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo Satanás, lo ató por mil años”
— Apocalipsis 20:2
“Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. su hija fue sanada desde aquella hora”
— Mateo 15:28
“Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces”
— Marcos 1:23
“Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, no le hizo daño alguno”
— Lucas 4:35
“Dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?”
— Hechos 13:10
“Inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder señales prodigios mentirosos”
— 2 Tesalonicenses 2:9
“Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, no a Dios; no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios”
— 1 Corintios 10:20
“El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; los segadores son los ángeles”
— Mateo 13:39
“El diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego azufre, donde estaban la bestia el falso profeta; serán atormentados día noche por los siglos de los siglos”
— Apocalipsis 20:10