Queridos hermanos y hermanas, al explorar los profundos conceptos de Cielo e Infierno, pisamos un terreno sagrado que resuena profundamente en el corazón de nuestra fe. El Cielo, la morada eterna de Dios, se describe como un lugar de gozo eterno, paz y comunión con lo Divino. Es la recompensa suprema para aquellos que caminan en fe y obediencia. Nuestro Señor Jesús habló del Cielo como un lugar donde hay muchas moradas, preparadas para aquellos que lo aman. Es un reino donde el dolor y la tristeza ya no existen, y toda lágrima es enjugada. Esta promesa divina nos llena de esperanza y una anticipación ansiosa de la vida venidera.
Por otro lado, el Infierno se representa como un lugar de separación de Dios, donde hay oscuridad y sufrimiento. Está reservado para aquellos que se apartan del amor de Dios y eligen un camino de injusticia. Nuestro amoroso Dios no desea que nadie perezca, sino que todos lleguen al arrepentimiento. El Infierno sirve como un recordatorio solemne de las consecuencias de nuestras elecciones y la realidad de vivir apartados de la fuente de toda bondad.
A lo largo de la Biblia, encontramos historias y enseñanzas que iluminan estas verdades. La parábola del rico y Lázaro ofrece una vívida ilustración de los destinos contrastantes de los justos y los malvados. Lázaro, quien sufrió en vida, encuentra consuelo en la otra vida, mientras que el rico, que vivió en lujo pero ignoró las necesidades de los demás, se encuentra en tormento.
Como creyentes, estamos llamados a reflexionar sobre estas realidades con reverencia y humildad. Nuestro viaje en la tierra es una preparación para la eternidad, y nuestras decisiones aquí resuenan en la vida más allá. Esforcémonos por vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, amándolo a Él y a nuestros prójimos como a nosotros mismos.
Queridos amigos, al reflexionar sobre estas enseñanzas, que puedan inspirarnos a vivir vidas llenas de fe y compasión. Si este mensaje resuena en ustedes, los animo a compartirlo con otros. Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre ‘Cielo e Infierno’.
“Irán estos al castigo eterno, los justos a la vida eterna”
— Mateo 25:46
“En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, vio de lejos a Abraham, a Lázaro en su seno”
— Lucas 16:23
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:4
“La muerte el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda”
— Apocalipsis 20:14
“Los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro el crujir de dientes”
— Mateo 13:50
“Pero los cobardes incrédulos, los abominables homicidas, los fornicarios hechiceros, los idólatras todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego azufre, que es la muerte segunda”
— Apocalipsis 21:8
“Los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor de la gloria de su poder”
— 2 Tesalonicenses 1:9
“Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado”
— Marcos 9:43
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros”
— Juan 14:2
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”
— Romanos 6:23
“No habrá allí más noche; no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; reinarán por los siglos de los siglos”
— Apocalipsis 22:5
“Saldrán, verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, serán abominables a todo hombre”
— Isaías 66:24
“Gozaos alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”
— Mateo 5:12
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”
— Filipenses 3:20
“La bestia fue apresada, con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre”
— Apocalipsis 19:20
“Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego”
— Mateo 5:22
“Para una herencia incorruptible, incontaminada inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”
— 1 Pedro 1:4
“No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”
— Juan 5:28-29
“El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre”
— Apocalipsis 14:11
“Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”
— Lucas 23:43
“Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro el crujir de dientes”
— Mateo 8:12
“Juntamente con él nos resucitó, asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”
— Efesios 2:6
“El diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego azufre, donde estaban la bestia el falso profeta; serán atormentados día noche por los siglos de los siglos”
— Apocalipsis 20:10
“No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma el cuerpo en el infierno”
— Mateo 10:28
“Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, otros para vergüenza confusión perpetua”
— Daniel 12:2
“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos tierra nueva, en los cuales mora la justicia”
— 2 Pedro 3:13
“Los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro el crujir de dientes”
— Mateo 13:42
“Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad”
— Hebreos 11:16
“No habrá más maldición; el trono de Dios del Cordero estará en ella, sus siervos le servirán”
— Apocalipsis 22:3
“Había un hombre rico, que se vestía de púrpura de lino fino, hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquel, lleno de llagas, ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; aun los perros venían le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; murió también el rico, fue sepultado. en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, vio de lejos a Abraham, a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, Lázaro también males; pero ahora este es consolado aquí, tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Abraham le dijo: A Moisés a los profetas tienen; óiganlos. Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos”
— Lucas 16:19-31
“Hay cuerpos celestiales, cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, otra la de los terrenales”
— 1 Corintios 15:40
“Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, los guiará a fuentes de aguas de vida; Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”
— Apocalipsis 7:17
“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, espacioso el camino que lleva a la perdición, muchos son los que entran por ella”
— Mateo 7:13
“Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos”
— 2 Corintios 5:1
“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, me he sentado con mi Padre en su trono”
— Apocalipsis 3:21
“Tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy”
— Mateo 11:23
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”
— Colosenses 3:1-4
“Antes bien, como está escritoCosas que ojo no vio, ni oído oyóNi han subido en corazón de hombreSon las que Dios ha preparado para los que le aman”
— 1 Corintios 2:9
“Si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego”
— Mateo 18:9
“Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir”
— Hebreos 13:14
“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”
— Romanos 8:18
“Como Sodoma Gomorra las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, habiendo fornicado ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno”
— Judas 1:7
“Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel sus ángeles luchaban contra el dragón; luchaban el dragón sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, sus ángeles fueron arrojados con él”
— Apocalipsis 12:7-9
“Destruirá a la muerte para siempre; enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho”
— Isaías 25:8
“El camino de la vida es hacia arriba al entendidoPara apartarse del Seol abajo”
— Proverbios 15:24
“A ti te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”
— Mateo 16:19
“El Señor me librará de toda obra mala, me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén”
— 2 Timoteo 4:18
“El que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”
— Apocalipsis 20:15
“Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies manos, echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro el crujir de dientes”
— Mateo 22:13
“Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio”
— 2 Pedro 2:4
“Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”
— Lucas 10:20
“No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero”
— Apocalipsis 21:27