Queridos hermanos y hermanas, hoy nos adentramos en un tema sensible que toca el corazón de muchos: el trabajo infantil. En la Biblia, los niños son a menudo vistos como una bendición y un regalo de Dios. Son un símbolo de inocencia y pureza, y es nuestro deber protegerlos y cuidarlos. Las escrituras nos recuerdan el valor y la dignidad de cada vida humana, independientemente de la edad.
La Biblia nos alienta a tratar a los demás con bondad y compasión, especialmente a los vulnerables. Los niños, al ser de los más vulnerables, merecen nuestro máximo cuidado y protección. En tiempos antiguos, la Biblia habla de la importancia de criar a los niños con amor y enseñarles los caminos del Señor. Enfatiza la responsabilidad de los padres y la sociedad de guiar a los niños en la rectitud y protegerlos del daño.
Querido amigo, es esencial reconocer que forzar a los niños a trabajar va en contra de los mismos principios de amor y compasión que enseña la Biblia. Jesús mismo mostró gran amor por los niños, dándoles la bienvenida y bendiciéndolos. Usó a los niños como ejemplos de humildad y sinceridad, instándonos a adoptar su inocencia en nuestra fe.
La Biblia también habla en contra de la explotación de los trabajadores, enfatizando el trato justo y los salarios justos. Este principio se extiende a los niños, quienes no deberían ser cargados con responsabilidades que les roben su infancia. En cambio, se les debe dar la oportunidad de crecer, aprender y jugar, lo cual es crucial para su desarrollo.
Como seguidores de Cristo, estamos llamados a ser la luz en el mundo y a oponernos a la injusticia. Esto incluye abogar por los derechos y el bienestar de los niños. Debemos esforzarnos por crear un mundo donde los niños estén libres de las cadenas del trabajo, donde puedan vivir en seguridad y alegría.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre el trabajo infantil.
“Seis días trabajarás, harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas”
— Éxodo 20:9-10
“Seis días trabajarás, harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo tu sierva como tú”
— Deuteronomio 5:13-14
“Amos, haced lo que es justo recto con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos”
— Colosenses 4:1
“He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos”
— Santiago 5:4
“Instruye al niño en su caminoY aun cuando fuere viejo no se apartará de él”
— Proverbios 22:6
“Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos”
— Mateo 18:10
“Vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina amonestación del Señor”
— Efesios 6:4
“Abre tu boca por el mudoEn el juicio de todos los desvalidosAbre tu boca, juzga con justiciaY defiende la causa del pobre del menesteroso”
— Proverbios 31:8-9
“¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados, que rompáis todo yugo?”
— Isaías 58:6
“¡Ay de los que dictan leyes injustas, prescriben tiranía, para apartar del juicio a los pobres, para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, robar a los huérfanos”
— Isaías 10:1-2
“Defended al débil al huérfanoHaced justicia al afligido al menesterosoLibrad al afligido al necesitadoLibradlo de mano de los impíos”
— Salmos 82:3-4
“El que oprime al pobre afrenta a su HacedorMas el que tiene misericordia del pobre, lo honra”
— Proverbios 14:31
“¡Ay del que edifica su casa sin justicia, sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, no dándole el salario de su trabajo”
— Jeremías 22:13
“No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana”
— Levítico 19:13
“Vendré a vosotros para juicio; seré pronto testigo contra los hechiceros adúlteros, contra los que juran mentira, los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda al huérfano, los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos”
— Malaquías 3:5
“No oprimirás al jornalero pobre menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades. En su día le darás su jornal, no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a Jehová, sea en ti pecado”
— Deuteronomio 24:14-15
“No robes al pobre, porque es pobreNi quebrantes en la puerta al afligidoPorque Jehová juzgará la causa de ellosY despojará el alma de aquellos que los despojaren”
— Proverbios 22:22-23
“Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo de mi siervaCuando ellos contendían conmigo¿Qué haría yo cuando Dios se levantase?cuando él preguntara, ¿qué le respondería yo?El que en el vientre me hizo a mí, ¿no lo hizo a él?¿no nos dispuso uno mismo en la matriz?”
— Job 31:13-15
“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento”
— Eclesiastés 12:1
“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”
— Romanos 12:10
“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”
— Gálatas 3:28
“Conoce el justo la causa de los pobresMas el impío no entiende sabiduría”
— Proverbios 29:7
“He aquí, herencia de Jehová son los hijosCosa de estima el fruto del vientre”
— Salmos 127:3
“Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, haced misericordia piedad cada cual con su hermano; no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano”
— Zacarías 7:9-10
“Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”
— Mateo 19:14
“Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino se le arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos”
— Lucas 17:2
“Porque si alguno no provee para los suyos, mayormente para los de su casa, ha negado la fe, es peor que un incrédulo”
— 1 Timoteo 5:8
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”
— 1 Corintios 13:4-7
“No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”
— Filipenses 2:4
“El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor”
— Romanos 13:10