Queridos amigos, hoy nos reunimos para reflexionar sobre una verdad profunda que resuena profundamente en las enseñanzas de la Biblia: la idea de juzgar a los demás basándonos únicamente en las apariencias. Al adentrarnos en este tema, abramos nuestros corazones a la sabiduría que las escrituras proporcionan, ofreciéndonos orientación sobre cómo ver más allá de la superficie y comprender la verdadera esencia de una persona.
La Biblia nos enseña que Dios no mira las apariencias externas, sino el corazón. Esto es un poderoso recordatorio de que nuestra tendencia humana a juzgar por lo que vemos a menudo puede desviarnos. Queridos hermanos y hermanas, consideren la historia de David, quien fue elegido por Dios para ser rey. Cuando el profeta Samuel fue a ungir al nuevo rey, inicialmente pensó que los hermanos mayores de David, con su impresionante estatura, serían la elección del Señor. Sin embargo, Dios reveló que Él no ve como el hombre ve. En cambio, Él mira el corazón. Esto nos recuerda que nuestros juicios no deben basarse en características externas o circunstancias.
De manera similar, Jesús, en Sus enseñanzas, advirtió contra hacer juicios basados únicamente en las apariencias. Cuando Él interactuó con los marginados y los excluidos de la sociedad, mostró amor y compasión, viendo su valor intrínseco en lugar de su estatus social. La vida de Jesús es un testimonio de la importancia de comprender y valorar las cualidades internas de una persona.
Queridos amigos, es crucial para nosotros aprender de estos ejemplos bíblicos y aplicarlos en nuestra vida diaria. Esforcémonos por mirar más allá de lo superficial y buscar comprender el carácter y las intenciones de quienes nos rodean. Al hacerlo, nos alineamos con la perspectiva de Dios y creamos un mundo más compasivo y justo.
Los insto, mis queridos hermanos y hermanas, a abrazar esta sabiduría divina y practicarla en sus interacciones con los demás. Seamos lentos para juzgar y rápidos para amar, recordando siempre que la verdadera belleza está en el interior. Si encuentran este mensaje significativo, los animo a compartirlo con otros.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre juzgar por las apariencias.
“No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio”
— Juan 7:24
“Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”
— 1 Samuel 16:7
“Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas”
— Santiago 2:1
“¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, venís a ser jueces con malos pensamientos?”
— Santiago 2:4
“Engañosa es la gracia, vana la hermosuraLa mujer que teme a Jehová, esa será alabada”
— Proverbios 31:30
“Porque no hay acepción de personas para con Dios”
— Romanos 2:11
“Pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, quedáis convictos por la ley como transgresores”
— Santiago 2:9
“No juzguéis, para que no seáis juzgados”
— Mateo 7:1
“Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, con la medida con que medís, os será medido”
— Mateo 7:2
“Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo”
— Romanos 14:10
“Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano”
— Romanos 14:13
“Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas”
— Colosenses 3:25
“Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron”
— Gálatas 2:6
“Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, manifestará las intenciones de los corazones; entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios”
— 1 Corintios 4:5
“No juzguéis, no seréis juzgados; no condenéis, no seréis condenados; perdonad, seréis perdonados”
— Lucas 6:37
“Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano juzga a su hermano, murmura de la ley juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez”
— Santiago 4:11
“Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?”
— Santiago 4:12
“¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme”
— Romanos 14:4
“Al que responde palabra antes de oírLe es fatuidad oprobio”
— Proverbios 18:13
“Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdoEs la mujer hermosa apartada de razón”
— Proverbios 11:22
“Miráis las cosas según la apariencia. Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo”
— 2 Corintios 10:7
“Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía iniquidad”
— Mateo 23:28
“A unos que confiaban en sí mismos como justos, menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola”
— Lucas 18:9
“Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos”
— 1 Pedro 3:3
“Sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable apacible, que es de grande estima delante de Dios”
— 1 Pedro 3:4
“Subirá cual renuevo delante de él, como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos”
— Isaías 53:2
“Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos”
— 1 Timoteo 2:9
“Sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad”
— 1 Timoteo 2:10
“Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos”
— 1 Pedro 3:5
“Como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza”
— 1 Pedro 3:6
“¡Ay de vosotros, escribas fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos de toda inmundicia”
— Mateo 23:27
“Le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos”
— Isaías 11:3
“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”
— Gálatas 3:28
“Donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, en todos”
— Colosenses 3:11
“Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas”
— Hechos 10:34
“Sino que en toda nación se agrada del que le teme hace justicia”
— Hechos 10:35
“Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie”
— Juan 8:15
“Si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo el que me envió, el Padre”
— Juan 8:16
“El cual pagará a cada uno conforme a sus obras”
— Romanos 2:6
“Vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria honra inmortalidad”
— Romanos 2:7
“Pero ira enojo a los que son contenciosos no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia”
— Romanos 2:8
“Tribulación angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente también el griego”
— Romanos 2:9
“Pero gloria honra paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente también al griego”
— Romanos 2:10
“Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque con Jehová nuestro Dios no hay injusticia, ni acepción de personas, ni admisión de cohecho”
— 2 Crónicas 19:7
“También estos son dichos de los sabiosHacer acepción de personas en el juicio no es bueno”
— Proverbios 24:23
“Hacer acepción de personas no es buenoHasta por un bocado de pan prevaricará el hombre”
— Proverbios 28:21
“Ni al pobre distinguirás en su causa”
— Éxodo 23:3
“No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito”
— Éxodo 23:6
“No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo”
— Levítico 19:15
“No hagáis distinción de persona en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis; no tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios; la causa que os fuere difícil, la traeréis a mí, yo la oiré”
— Deuteronomio 1:17
“No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, pervierte las palabras de los justos”
— Deuteronomio 16:19
“Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos buenos, que hace llover sobre justos injustos”
— Mateo 5:45
“Como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos”
— Lucas 6:31
“Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman”
— Lucas 6:32
“Si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo”
— Lucas 6:33
“Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto”
— Lucas 6:34
“Amad, pues, a vuestros enemigos, haced bien, prestad, no esperando de ello nada; será vuestro galardón grande, seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos malos”
— Lucas 6:35
“Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso”
— Lucas 6:36
“Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio”
— Mateo 12:36
“Porque por tus palabras serás justificado, por tus palabras serás condenado”
— Mateo 12:37
“No hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”
— Hebreos 4:13
“Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala”
— Eclesiastés 12:14
“Todo camino del hombre es recto en su propia opiniónPero Jehová pesa los corazones”
— Proverbios 21:2
“Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opiniónPero Jehová pesa los espíritus”
— Proverbios 16:2