Queridos hermanos y hermanas, hoy profundizamos en el tema profundo y sagrado de la expiación. La expiación es una piedra angular de nuestra fe, representando la reconciliación entre Dios y la humanidad. Es a través de la expiación que entendemos la profundidad del amor y la misericordia de Dios. El concepto se ilustra bellamente a lo largo de la Biblia, donde vemos el plan de Dios para restaurar a Su pueblo a Sí mismo.
En el Antiguo Testamento, la expiación se simbolizaba con sacrificios y ofrendas. Estos eran actos de obediencia y fe, mostrando el deseo del pueblo de perdón y una relación restaurada con Dios. El Día de la Expiación, observado anualmente, era un recordatorio poderoso de esta necesidad de purificación y renovación. El sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo, ofreciendo sacrificios por los pecados del pueblo. Esto era un presagio del sacrificio supremo por venir.
Querido amigo, el Nuevo Testamento trae el cumplimiento de esta promesa. Jesucristo, el Cordero de Dios, se convirtió en el sacrificio perfecto. Él cargó con nuestros pecados en la cruz, ofreciéndose una vez y para siempre. A través de Su sangre, tenemos redención y el perdón de los pecados. Este es el corazón del mensaje del Evangelio, que a través de la fe en Cristo, somos justificados y reconciliados con Dios. No es por nuestras obras, sino por Su gracia, que somos salvos.
La historia del hijo pródigo es un hermoso ejemplo de expiación. Muestra el amor incondicional de un padre y la restauración de una relación rota. El padre, que representa a Dios, recibe al hijo descarriado con los brazos abiertos. Esta parábola nos enseña sobre el arrepentimiento y la alegría de la reconciliación con nuestro Padre Celestial.
Hermanos y hermanas, abracemos este regalo de la expiación con corazones agradecidos. Que vivamos a la luz de Su amor, compartiendo este mensaje de esperanza y redención con los demás. Si este mensaje toca tu corazón, te animo a compartirlo.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre la expiación.
“Porque la vida de la carne en la sangre está, yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; la misma sangre hará expiación de la persona”
— Levítico 17:11
“A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados”
— Romanos 3:25
“Casi todo es purificado, según la ley, con sangre; sin derramamiento de sangre no se hace remisión”
— Hebreos 9:22
“Él es la propiciación por nuestros pecados; no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”
— 1 Juan 2:2
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, por su llaga fuimos nosotros curados”
— Isaías 53:5
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”
— 1 Juan 4:10
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”
— 2 Corintios 5:21
“En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre”
— Hebreos 10:10
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por cuya herida fuisteis sanados”
— 1 Pedro 2:24
“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”
— Efesios 1:7
“Por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz”
— Colosenses 1:20
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”
— Romanos 5:8
“No por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención”
— Hebreos 9:12
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”
— Isaías 53:6
“Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira”
— Romanos 5:9
“Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados”
— Mateo 26:28
“Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”
— 1 Juan 1:7
“Porque en este día se hará expiación por vosotros, seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová”
— Levítico 16:30
“Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, para dar su vida en rescate por muchos”
— Marcos 10:45
“Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo”
— Hebreos 2:17
“No solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación”
— Romanos 5:11
“El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”
— Juan 1:29
“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras”
— 1 Corintios 15:3
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)”
— Gálatas 3:13
“Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados”
— Hebreos 10:14
“A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, afligiréis vuestras almas, ofreceréis ofrenda encendida a Jehová”
— Levítico 23:27
“De este dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre”
— Hechos 10:43
“¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?”
— Hebreos 9:14
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”
— Romanos 6:23
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”
— Hebreos 4:15
“Sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre del sacrificio por el pecado para expiación; una vez en el año hará expiación sobre él por vuestras generaciones; será muy santo a Jehová”
— Éxodo 30:10
“En el diez de este mes séptimo tendréis santa convocación, afligiréis vuestras almas; ninguna obra haréis”
— Números 29:7
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, sufrió nuestros dolores; nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios abatido”
— Isaías 53:4
“Hará de aquel becerro como hizo con el becerro de la expiación; lo mismo hará de él; así hará el sacerdote expiación por ellos, obtendrán perdón”
— Levítico 4:20
“Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio clavándola en la cruz”
— Colosenses 2:14
“Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”
— Hebreos 9:28
“Para su expiación traerá a Jehová por su pecado que cometió, una hembra de los rebaños, una cordera o una cabra como ofrenda de expiación; el sacerdote le hará expiación por su pecado”
— Levítico 5:6
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó se entregó a sí mismo por mí”
— Gálatas 2:20
“Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras”
— Tito 2:14
“El sacerdote hará expiación por toda la congregación de los hijos de Israel; les será perdonado, porque yerro es; ellos traerán sus ofrendas, ofrenda encendida a Jehová, sus expiaciones delante de Jehová por sus yerros”
— Números 15:25
“El cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo”
— 1 Timoteo 2:6
“Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, la voluntad de Jehová será en su mano prosperada”
— Isaías 53:10
“Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”
— Efesios 2:13
“Esto tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel. Moisés lo hizo como Jehová le mandó”
— Levítico 16:34
“Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta”
— Hebreos 13:12
“Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado a causa del pecado, condenó al pecado en la carne”
— Romanos 8:3
“Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu”
— Juan 19:30
“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata”
— 1 Pedro 1:18
“Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo”
— Hebreos 10:19
“Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, llevará la sangre detrás del velo adentro, hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, la esparcirá sobre el propiciatorio delante del propiciatorio”
— Levítico 16:15
“Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación redención”
— 1 Corintios 1:30
“Estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, muerte de cruz”
— Filipenses 2:8
“Del otro hará holocausto conforme al rito; así el sacerdote hará expiación por el pecado de aquel que lo cometió, será perdonado”
— Levítico 5:10
“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”
— Romanos 8:32
“Que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo”
— Hebreos 7:27
“Verá el fruto de la aflicción de su alma, quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, llevará las iniquidades de ellos”
— Isaías 53:11
“El sacerdote hará expiación por él delante de Jehová, obtendrá perdón de cualquiera de todas las cosas en que suele ofender”
— Levítico 6:7
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”
— 1 Pedro 3:18
“Así purificará el santuario, a causa de las impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones de todos sus pecados; de la misma manera hará también al tabernáculo de reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus impurezas”
— Levítico 16:16
“Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, para dar su vida en rescate por muchos”
— Mateo 20:28