Queridos hermanos y hermanas, el tema de pedir dinero prestado es uno que toca muchas de nuestras vidas. La Biblia, con su sabiduría eterna, nos ofrece orientación sobre este asunto. Habla al corazón y ofrece consejos divinos sobre cómo manejar los préstamos y préstamos con integridad y cuidado.
Cuando consideramos pedir dinero prestado, es importante abordarlo con un sentido de responsabilidad y honestidad. La Biblia nos anima a cumplir con nuestras obligaciones y a devolver lo que debemos. Esto no es solo una práctica financiera, sino también espiritual, mostrando respeto y amor hacia aquellos que nos han ayudado en nuestro momento de necesidad. Las escrituras nos recuerdan que pedir prestado no debe tomarse a la ligera, ya que puede afectar nuestras relaciones y nuestra propia paz mental.
Además, la Biblia habla a los prestamistas, aconsejándoles que traten a los prestatarios con amabilidad y que no se aprovechen de su situación. Esto refleja el principio bíblico central de amor y compasión por nuestro prójimo. Prestar debe hacerse con un corazón generoso, no con la intención de obtener poder sobre otro.
Hay historias en la Biblia que ilustran estas enseñanzas. Por ejemplo, la parábola del siervo despiadado nos enseña la importancia de la misericordia y el perdón, especialmente al tratar con deudas. Es un poderoso recordatorio de que, así como hemos recibido gracia, también debemos extenderla a los demás.
En nuestro mundo moderno, los principios establecidos en la Biblia sobre el dinero y los préstamos siguen siendo relevantes. Se nos anima a vivir dentro de nuestras posibilidades y a buscar la sabiduría de Dios al tomar decisiones financieras. La consideración en oración y el consejo de asesores de confianza pueden ayudarnos a navegar estas decisiones sabiamente.
Queridos amigos, si este mensaje ha tocado su corazón, los animo a compartirlo con otros que puedan beneficiarse de estas enseñanzas. Ahora, veamos a continuación las escrituras bíblicas que hablan sobre pedir dinero prestado.
“El rico se enseñorea de los pobresY el que toma prestado es siervo del que presta”
— Proverbios 22:7
“No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley”
— Romanos 13:8
“Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio”
— Deuteronomio 15:6
“Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, para bendecir toda obra de tus manos. prestarás a muchas naciones, tú no pedirás prestado”
— Deuteronomio 28:12
“El impío toma prestado, no pagaMas el justo tiene misericordia, da”
— Salmos 37:21
“Al que te pida, dale; al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses”
— Mateo 5:42
“Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura”
— Éxodo 22:25
“Cuando tu hermano empobreciere se acogiere a ti, tú lo ampararás; como forastero extranjero vivirá contigo. No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás temor de tu Dios, tu hermano vivirá contigo. No le darás tu dinero a usura, ni tus víveres a ganancia”
— Levítico 25:35-37
“Había quienes decían: Hemos empeñado nuestras tierras, nuestras viñas nuestras casas, para comprar grano, a causa del hambre. había quienes decían: Hemos tomado prestado dinero para el tributo del rey, sobre nuestras tierras viñas. Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, nuestros hijos como sus hijos; he aquí que nosotros dimos nuestros hijos nuestras hijas a servidumbre, algunas de nuestras hijas lo están ya, no tenemos posibilidad de rescatarlas, porque nuestras tierras nuestras viñas son de otros”
— Nehemías 5:3-5
“También yo mis hermanos mis criados les hemos prestado dinero grano; quitémosles ahora este gravamen. Os ruego que les devolváis hoy sus tierras, sus viñas, sus olivares sus casas, la centésima parte del dinero, del grano, del vino del aceite, que demandáis de ellos como interés”
— Nehemías 5:10-11
“El que aumenta sus riquezas con usura crecido interésPara aquel que se compadece de los pobres las aumenta”
— Proverbios 28:8
“Que no prestare a interés ni tomare usura; que de la maldad retrajere su mano, hiciere juicio verdadero entre hombre hombre”
— Ezequiel 18:8
“Prestare a interés tomare usura; ¿vivirá este? No vivirá. Todas estas abominaciones hizo; de cierto morirá, su sangre será sobre él”
— Ezequiel 18:13
“Apartare su mano del pobre, interés usura no recibiere; guardare mis decretos anduviere en mis ordenanzas; este no morirá por la maldad de su padre; de cierto vivirá”
— Ezequiel 18:17
“Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. Amad, pues, a vuestros enemigos, haced bien, prestad, no esperando de ello nada; será vuestro galardón grande, seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos malos”
— Lucas 6:34-35
“A Jehová presta el que da al pobreY el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar”
— Proverbios 19:17
“No seas de aquellos que se comprometenNi de los que salen por fiadores de deudasSi no tuvieres para pagar¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?”
— Proverbios 22:26-27
“No exigirás de tu hermano interés de dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que se suele exigir interés. Del extraño podrás exigir interés, mas de tu hermano no lo exigirás, para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos en la tierra adonde vas para tomar posesión de ella”
— Deuteronomio 23:19-20
“Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo”
— Éxodo 23:4
“Quien su dinero no dio a usuraNi contra el inocente admitió cohechoEl que hace estas cosas, no resbalará jamás”
— Salmos 15:5
“Con ansiedad será afligido el que sale por fiador de un extrañoMas el que aborreciere las fianzas vivirá seguro”
— Proverbios 11:15
“El hombre falto de entendimiento presta fianzasY sale por fiador en presencia de su amigo”
— Proverbios 17:18
“Hijo mío, si salieres fiador por tu amigoSi has empeñado tu palabra a un extrañoTe has enlazado con las palabras de tu bocaY has quedado preso en los dichos de tus labiosHaz esto ahora, hijo mío, líbrateYa que has caído en la mano de tu prójimoVe, humíllate, asegúrate de tu amigoNo des sueño a tus ojosNi a tus párpados adormecimientoEscápate como gacela de la mano del cazadorY como ave de la mano del que arma lazos”
— Proverbios 6:1-5
“Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, fueron traspasados de muchos dolores”
— 1 Timoteo 6:10
“Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos”
— 2 Reyes 4:1
“Aconteció que mientras uno derribaba un árbol, se le cayó el hacha en el agua; gritó diciendo: ¡Ah, señor mío, era prestada”
— 2 Reyes 6:5
“Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. A este, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, a su mujer hijos, todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, yo te lo pagaré todo. El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó le perdonó la deuda. Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, yo te lo pagaré todo. Mas él no quiso, sino fue le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, fueron refirieron a su señor todo lo que había pasado. Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas”
— Mateo 18:23-35
“Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta; no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. él le dijo: Rectamente has juzgado”
— Lucas 7:41-43
“Pues les pareció bueno, son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales”
— Romanos 15:27
“En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”
— Hechos 20:35
“Sobrellevad los unos las cargas de los otros, cumplid así la ley de Cristo”
— Gálatas 6:2
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”
— Filipenses 4:19
“Pero el que tiene bienes de este mundo ve a su hermano tener necesidad, cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”
— 1 Juan 3:17
“Si un hermano o una hermana están desnudos, tienen necesidad del mantenimiento de cada día, alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”
— Santiago 2:15-17